El Ayuntamiento de Bilbao acaba de presentar una nueva iniciativa para gestionar de manera más eficiente los residuos orgánicos. El proyecto tiene como objetivo fomentar que los ciudadanos reciclen más residuos orgánicos mediante beneficios fiscales, reduciendo la tasa de residuos para quienes participen activamente. Sin embargo, la pregunta que sigue siendo relevante es: ¿Cómo se gestiona correctamente esa materia orgánica una vez reciclada?

Aunque los residuos orgánicos se reciclan para convertirse en compost, el proceso no siempre es tan efectivo como debería. Ion Colino explica que las grandes plantas de compostaje, que gestionan grandes cantidades de materia orgánica, a menudo se ven afectadas por contaminantes como los microplásticos. Estos contaminantes, que pueden contener metales halogenados, afectan la calidad del compost. Cuando este compost se utiliza para fertilizar los suelos, la contaminación persiste y afecta al medio ambiente.

A pesar de los problemas con el compostaje a gran escala, el potencial para crear compost sostenible y beneficioso a nivel local es claro. Colino sostiene que el compostaje a nivel local puede contribuir a una economía circular, donde el compost producido permanece dentro de la comunidad, creando empleo y fomentando la sostenibilidad medioambiental. Ha compartido su experiencia de un proyecto piloto de 2001-2002 en Muskiz, donde una planta de compostaje a pequeña escala involucró con éxito a los residentes en el reciclaje de residuos orgánicos, reduciendo el uso de vertederos y proporcionando compost valioso para la comunidad.

La nueva iniciativa del Ayuntamiento de Bilbao busca abordar los desafíos del reciclaje de residuos orgánicos. Sin embargo, Colino subraya que, además de mejorar las prácticas de gestión de residuos, es necesario un esfuerzo conjunto para educar a los ciudadanos. Sugiere un enfoque más personal, donde los representantes de la ciudad se acerquen a los barrios para sensibilizar sobre la importancia de reciclar la materia orgánica.

Colino recuerda a los oyentes que, aunque Bilbao está dando pasos positivos, aún queda mucho por hacer para gestionar correctamente todos los tipos de residuos, ya que una gran parte sigue siendo enterrada o incinerada. El siguiente desafío es asegurar que un porcentaje mayor de residuos se recicle o reutilice de manera efectiva.