Puede que tarde, aunque eso nunca es malo, si la dicha es buena, como es el caso, hace poco hemos descubierto a Edilberto Rodríguez, un joven pastor cabrierés que abandonó sus estudios forestales para recuperar las enseñanzas de su abuelo, y vivir de la naturaleza, de las ovejas y las cabras y de las músicas y tradiciones de su aldea natal, Pombriego, en la sierra leonesa de La Cabrera. Un documental (“El último de Arganeo”) y un disco (“N'el arca d'os mieus recuerdos”) recogen sus experiencias y enseñanzas que nos sugieren que no todo está perdido y aún quedan esperanzas para seguir creyendo que un mundo mejor todavía es posible a pesar de la que está cayendo. De su juventud, hemos ido luego a la experiencia, pero cargada de sencillez, del extremeño Enrique Cordero, que acaba de publicar “Devaneos”, un disco con el que también quiere evocar su infancia y recuerdos.
Así ha sonado La Tarataña este último domingo de octubre y primero ya con el reloj cambiado:
1.- Edilberto Rodríguez, “Jota del entroido”, “Agarrao chavalina”, “La Cuaresma / Cantar de Jueves Santo”, “Romance de Santa Elena”, “As bodas: Ronda Cabreiresa / Cantares de bodas / Rosca de bodas”
2.- Enrique Cordero, “Ya va a amanecer”, “Mi moreno ya no viene”, “Qué con el aletín qué con el aletón”, “Un hombre tenía un burro”, “Nana triste de mar y tierra” y “No me dejes sola”.