Viajamos al lejano oeste de Zamora y Salamanca, un territorio agreste de penillanura y profundos cañones tallados en granito. El parque natural Arribes del Duero es una alargada reserva que engloba 37 municipios envueltos en un paisaje salpicado de encinas, alcornoques y enebros. Abundan las viñas, generalmente pequeñas, viejas y dispersas, algunas con vistas extraordinarias sobre las gargantas fluviales de los ríos Duero y Águeda. La cultura y tradiciones asociadas al producto de la vid sirven de hilo conductor para descubrir este paraíso natural fronterizo con Portugal. Liliana Fernández y Ana Cano, gerentes respectivamente de la Ruta del Vino Arribes y de Rutas del Vino de España, nos animan a emprender un recorrido que parte de la localidad zamorana de Fermoselle, conocida como el pueblo de las mil bodegas. En una de ellas maduran los caldos de Jesús Pastrana, propietario de Bodegas Pastrana. Conocemos también al dueño de Bodega Frontío, Thyge Benned Jensen, un economista danés que dio un giro a su vida y se estableció en Arribes, donde preside la denominación de origen. Esta es también tierra de olivos; catamos su zumo de la mano de Isabel Ramos, guía del Museo del Aceite de Fermoselle. No muy lejos, en el pueblo de Formariz, nos espera José Manuel Beneitez al frente de El Hato y el Garabato, una pequeña bodega familiar que produce apreciadísimos vinos de autor. Con el fin de obtener la mejor perspectiva del Duero y sus cortados, nos embarcamos en el crucero ambiental que zarpa de la Estación Biológica Internacional, ubicada en el municipio portugués de Miranda do Douro. Sus responsables, David de Salvador y Susana G. Bonnail, nos acompañan en la navegación. En un lugar con excelentes materias primas, el disfrute gastronómico está garantizado. Visitamos el Restaurante España de Fermoselle para conocer a su chef, Mar Marcos; probamos el premiado chorizo ibérico de Puente Robles con la dueña de la empresa, Carmina Robles; visitamos la quesería ecológica La Faya de Fariza junto a su fundador, Alonso Santos, y sus hijos Ángeles y Miguel; y nos entregamos a la repostería artesana que hornea Mayte Seijas en su Obrador de Gaia, en Villardiegua de la Ribera. Avanzando ya por suelo salmantino buscamos jóvenes emprendedores rurales en el restaurante Tal Vez, negocio de Gonzalo Elena y Alicia de Castro que aporta un toque de modernidad a la cocina tradicional de Hinojosa de Duero. Más al sur, en la medieval y fortificada villa de San Felices de los Gallegos, nos citamos con el guía Daniel Cangas para comprender la apasionante historia de este pueblo en cuyo hotel rural, Mesa del Conde, conocemos a las sanfeliceñas Milagros Martín y Clara Martín.
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