Hace más de diez años, dos trágicos naufragios en el Mediterráneo cerca de las costas italianas conmocionaron al mundo, llevando a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) a documentar las tragedias de aquellos que huían de conflictos, persecución o pobreza. A pesar de los compromisos gubernamentales para salvar vidas y combatir el tráfico humano, un reciente informe del Proyecto Migrantes Desaparecidos de la agencia de migración de la ONU revela que, una década después, el peligro es mayor para quienes se desplazan, y las muertes en rutas migratorias aumentaron significativamente desde entonces.