La idea es simplemente ésta: crees que es posible ser anfitrión del ego o rehén de Dios.
Éstas son las opciones que crees tener ante ti, y crees asimismo que tu decisión tiene que ser entre una y otra.
No ves otras alternativas, pues no puedes aceptar el hecho de que el sacrificio no aporta nada.
El sacrificio es un elemento tan esenciales en tu sistema de pensamiento, que la idea de salvación sin tener que hacer algún sacrificio no significa nada para ti.
Tu confusión entre lo que es el sacrificio y lo que es el amor es tan aguda que te resulte imposible concebir el amor sin sacrificio.
Y de lo que debes darte cuenta es de lo siguiente: el sacrificio no es amor, sino ataque.
Sólo con que aceptarses esta idea, tu miedo al amor desaparecería.
Una vez que se ha eliminado la idea de sacrificio ya no podrá seguir habiendo culpabilidad.