No podrás por menos que buscar, ya que en este mundo no te sientes a gusto.
Y buscarás tu hogar tanto si sabes dónde se encuentra como si no.
Si crees que se encuentra fuera de ti, la búsqueda será en vano, pues lo estarás buscando donde no está.
No recuerdas cómo buscar dentro de ti porque no crees que tu hogar esté ahí.
Pero el Espíritu Santo lo recuerda por ti y te guiará a tu hogar porque ésa es Su misión.