La iglesia unida a Cristo, la piedra angular, es piedra viva, que junta va edificando y expandiendo el templo y la morada de Dios en la tierra. La gran comisión, de llevar el evangelio hasta lo último de la tierra, es el cumplimiento de la comisión a la humanidad en el Eden, de llenar la tierra como mediador de la presencia de Dios.
La iglesia como nación de sacerdotes, está en constante movimiento en el espacio sagrado.
Gracias a la obra del sumo sacerdote, puede ascender y entrar al lugar santísimo en donde recibe la luz y presencia de Dios. Pero también, la iglesia debe salir al patio exterior a dar testimonio y ser luz para aquellos que por ahora están fuera del espacio sagrado.
La iglesia está tanto en el cielo como en la tierra, funcionando como sacerdote en el espacio sagrado, con un trabajo que hacer, hasta que toda la tierra quede llena de la presencia de Dios.