¿Conoces al pesimista más gracioso de todos los tiempos? Ni más ni menos que Kike San Francisco. Uno de sus mejores monólogos es el de las personas pesimistas. Dice que, en realidad, no son pesimistas son realistas. Y nos invita a pensar qué sería el mundo sin ellos. Porque si un optimista está debajo de un árbol y le cae una manzana, piensa “ya tengo el postre”. Si le pasa esto a un pesimista, descubre la Ley de la gravedad. Quédate hasta el final de este episodio para, descubrir la relación entre optimismo-pesimismo y estrés.