La rebautizada operación militar estadounidense Lanza del Sur en el Caribe Sur que ya cobra 21 narcolanchas destruidas y un saldo de 80 supuestos traficantes asesinados, no solo ha tensado las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela a su punto máximo, incluidas imploraciones de Nicolás Maduro por un acercamiento bilateral pacífico.
Por ello, intentamos dilucidar las claves de la estrategia de la Casa Blanca respecto del gobierno de Caracas en momentos en que la líder opositora María Corina Machado publicó hace unas horas en su "Manifiesto de Libertad" que "el largo violento abuso de poder del régimen llega a su fin".
El despliegue del cada vez más poderoso contingente en esas aguas, se sabe bien, también ha puesto (aún más) en jaque otras relaciones, tanto que Donald Trump ha declarado que estaría orgulloso de atacar instalaciones de drogas en México y Colombia.
Pero el contexto de lo que sucede en el Caribe Sur no se limita a los países de la región. También cuentan los objetivos e intereses de China y Rusia.
Las presiones de Donald Trump a lo interno no son para nada despreciables. Mientras sigue empeñado en sus diatribas verbales cotidianas, no descuida los negocios inmobiliarios de la familia y, continúa padeciendo por la persistente sombra del desaparecido pederasta Jeffrey Epstein que se ha convertido en su peor pesadilla a punto de tener que cambiar su estrategia y acceder a la tramitación de ley que permitirá liberar "los papeles de Epstein".
La política estadounidense es un carrusel de vértigos. Para los propios y los ajenos. Y sobre ello conversamos con Carlos Murillo, especialista en Relaciones Internacionales.