Que el Comité Federal del PSOE se ha convertido en un cónclave para adorar al líder supremo Pedro Sánchez está más que demostrado. Pero lo de este fin de semana ha tomado un cariz preocupante. Con una frase, el presidente de Gobierno ha dejado bien claro que su deriva autoritaria ya no tiene retorno, ha afirmado que gobernará “con apoyo o sin apoyo del Parlamento”.
Así, sin ruborizarse, el zar Sánchez afirmó que avanzaría en lo que denominó su “agenda progresista” con o sin con o sin el apoyo de la oposición, y sin importarle “el concurso del Poder Legislativo”. Un aviso a navegantes que todavía creen que el socialista podrá salir del poder por arte de magia o que caerá sin resistencia por los múltiples escándalos de corrupción y malos manejos que le rodean.