Si en gran parte de Costa Rica ha llovido "tieso y parejo" por las condiciones propias de la época y por la influencia indirecta de Melissa, hay que ver las imágenes de los inmensos destrozos que el huracán, el más grande de la historia de Jamaica, les dejó a su devastador paso. Y aunque degradado a categoría 3, el fenómeno también ha golpeado fuertemente a gran parte de Cuba.
A quienes vivimos en Centro América, la potencia destructiva del fenómeno -debida a su lento desplazamiento, sus fuertes vientos y ráfagas, nos recuerda al Mitch que en 1998 prácticamente se estacionó en las costas de Honduras y Nicaragua, dejando una estela de destrucción de más de 19 mil muertos.
Huracanes ha habido siempre, pero los expertos señalan que debido al cambio climático cada vez se presentan con más frecuencia y, por tanto, requieren de acciones más decisivas, pues hasta Naciones Unidas reconoce que las soluciones van muy rezagadas.
De acuerdo con el geólogo ambiental Allan Astorga, Melissa es el símbolo de la nueva era climática, pues su inusual fuerza estuvo directamente relacionada con las altísimas temperaturas del Mar Caribe, que han alcanzado valores récords este año. Por eso conversamos con Astorga en Hablando Claro.