Tras muchos años de investigaciones científicas, los distintos países que operan en la Antártida bajo supuestas operaciones de investigación han ido mapando las inmensas riquezas minerales y naturales que tiene el único continente no habitado del planeta tierra. Un lugar inhóspito, que a pesar de todo ha sido grandemente disputado, aunque con baja intensidad por las condiciones climáticas son tan extremas que ni siquiera hay de momento dinero para disputar el territorio helado con suficiente intensidad. Pero ahora la tecnología, y la actividad de las grandes potencias mundiales ponen al descubierto una carrera oculta, no tan secreta, por tomas posiciones con una fecha puesta en el calendario; todavía lejana pero cada día menos: 1 de enero de 2048 supon el fin del tratado de Madrid, y quién sabe si el pistoletazo de salida para la carrera por explotar los recursos de la Antártida, mientras otros países comienzan a mirar a la luna para una finalidad similar.