En diálogo con Yoly Cuello en Actualidad Radio, Felix Maradiaga, Ex preso político y líder opositor nicaragüense alertó sobre la creciente represión en el país centroamericano, marcada por la persecución de Rosario Murillo contra opositores, líderes comunitarios e incluso militantes sandinistas que rechazan la sucesión de su hijo, Laureano Ortega. Recordó muertes bajo custodia, como la del general en retiro Humberto Ortega y del opositor Mauricio Alonso, calificadas como asesinatos de Estado. Destacó que Nicaragua es hoy el país que más libertades ha perdido en una década, según Freedom House, y uno de los más aislados diplomáticamente, sin embajadores ni presencia de la ONU u OEA. La Iglesia Católica ha sido severamente golpeada con expulsión de sacerdotes, confiscación de colegios y cierre de universidades. El opositor subrayó que la ONU ya atribuyó a Daniel Ortega crímenes de lesa humanidad y llamó a la comunidad internacional a no olvidar a Nicaragua, advirtiendo además de los vínculos estrechos del régimen con China y Venezuela.

En entrevista con Yoly Cuello en Actualidad Radio, la miembro de la Junta Escolar de Miami-Dade, Luisa Santos, aclaró que la reducción de matrícula no fue de 22,000 estudiantes como publicó inicialmente la prensa, sino de 13,059. Santos señaló que la baja responde a varios factores: la migración de familias fuera del condado por el alto costo de la vivienda, el uso de becas para escuelas privadas y el temor de algunas familias inmigrantes por su estatus. La funcionaria destacó que el distrito ha respondido con la fusión de escuelas, el fortalecimiento de programas académicos especializados y un mayor esfuerzo de promoción para atraer y retener estudiantes. “Debemos tener cuidado de no crear dos sistemas de educación”, advirtió, subrayando que la educación pública en Estados Unidos sigue siendo una vía de éxito y oportunidades.

El economista y creador de  la Corporación Kores,  ulio Rodríguez, advirtió en entrevista con el programa Cada Tarde por Actualidad Radio que Estados Unidos atraviesa un momento decisivo marcado por la pérdida de confianza en el gobierno, el aumento de la deuda y el crecimiento de tendencias populistas y socialistas entre los jóvenes.

“Estamos frente a un punto de inflexión. Los síntomas son muy marcados, y el que no se esté dando cuenta, caramba, no sé para dónde está viendo”, señaló Rodríguez.

El economista comparó la situación actual con una metáfora tomada del cine clásico: “Lo bueno, lo malo y lo feo”. Según explicó, lo más preocupante no es lo evidente, sino los signos de resentimiento social y el avance de ideas radicales en estados como Nueva York y California, donde identificó liderazgos con características de extrema izquierda.

Rodríguez recordó que históricamente en Estados Unidos el conflicto social ha estado más ligado al racismo que a la lucha de clases, pero hoy comienza a observarse un fenómeno distinto:

“Cuando a la población se le desprecia, aparece el resentimiento. Y ese resentimiento no necesariamente es ideológico, es emocional: es cuando el pobre odia al rico. Eso aquí jamás existió, pero lo estamos empezando a ver.”

En ese sentido, el economista alertó sobre el cambio generacional en la visión política, señalando que “el 62% de los estadounidenses menores de 30 años dicen tener una visión positiva del socialismo”.

Respecto al deterioro institucional, enfatizó la pérdida de credibilidad del gobierno: “La confianza en el gobierno se ha desplomado. Apenas un 22% confía en las instituciones, y eso abre la puerta al populismo.”

Finalmente, subrayó que el endeudamiento creciente y la reducción de la clase media son la raíz de muchas de estas tensiones: “Durante 40 años, gobiernos de todo signo han sido ineficientes y la deuda no ha hecho más que crecer. Si la clase media se reduce, se acaba la confianza, y lo que prevalece es el populismo.” Con tono optimista, Rodríguez concluyó que aunque los retos son enormes, aún hay espacio para revertir las tendencias: “Todo tiene arreglo, lo único que no tiene arreglo es irse de este mundo.”

 investigador del Instituto de Energía de la Universidad de Texas advirtió que Venezuela, pese a tener las mayores reservas de crudo del mundo, apenas produce un millón de barriles diarios y depende de Chevron para sostener su precaria industria. Además, analizó el impacto de esta crisis en Cuba, que vive apagones de hasta 22 horas diarias y depende de importaciones de México, Rusia e Irán.

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El ingeniero Jorge Piñón, experto en petróleo y energía con más de 30 años de experiencia en compañías como Shell y British Petroleum, aseguró en entrevista que la situación energética de Cuba y Venezuela es “catastrófica”.

Piñón recordó que Venezuela llegó a producir 3,5 millones de barriles diarios y estaba proyectada a alcanzar los cinco millones, pero hoy apenas produce alrededor de un millón. “El colapso de la industria petrolera se debe a la politización de PDVSA y a un modelo centralizado que ya sabemos que no da resultados”, señaló.

El especialista comparó la situación venezolana con la de Brasil, que se ha convertido en el mayor productor de crudo de América Latina gracias a un manejo empresarial libre de injerencia política. “Eso demuestra que cuando se deja la empresa estatal fuera de la política, y se gestiona como privada, se logran resultados”, explicó.

Otro de los problemas graves que enfrenta Venezuela es el refinado. “Sólo opera el 25% de su capacidad de refino. Antes era uno de los mayores refinadores del mundo, hoy importa nafta de Irán para poder diluir su petróleo pesado”, detalló Piñón.

Consultado sobre cuánto tardaría en recuperarse PDVSA si hubiera un cambio de régimen, Piñón advirtió que el verdadero reto no está en el petróleo sino en la infraestructura. “¿Dónde están las carretillas y las palas? Se necesitarían por lo menos dos o tres años para volver a producir entre 2 y 2,5 millones de barriles diarios”, aseguró.

El investigador también analizó el impacto de la crisis en Cuba, país que recibe petróleo de Venezuela, México y en ocasiones de Rusia. “Si Cuba tuviera que depender de los mercados internacionales, su factura petrolera sería de 2.200 millones de dólares al año. La gran pregunta es quién va a suministrar a Cuba en el futuro el petróleo que necesita”, apuntó.

El analista político Willy Lora advirtió que la creciente presencia militar de Estados Unidos en aguas del Caribe tiene un doble propósito: frenar el avance del narcotráfico y aumentar la presión sobre el régimen de Nicolás Maduro.

“Hay dos mensajes muy claros: estamos aquí, no nos vamos, y estamos mirando de cerca lo que ocurre en Venezuela y en la frontera con Colombia”, explicó Lora en entrevista con el programa Cada Tarde.

La semana pasada, la Guardia Costera de EE.UU. incautó 76 mil libras de droga, y a la par Washington desplegó siete barcos de superficie y dos submarinos –uno de ellos nuclear– en la región. Según Lora, este movimiento busca frenar las rutas aéreas y marítimas utilizadas por los cárteles.

El analista recordó que el cartel de los Soles, con vínculos en la cúpula venezolana, mantiene nexos con el cartel de Sinaloa, que facilita el puente de la droga hacia EE.UU. “No es coincidencia que, al mismo tiempo, el capo Ismael ‘El Mayo’ Zambada haya reconocido las conexiones con personeros en Venezuela. El narcotráfico sigue siendo un eje central de desestabilización”, subrayó.

Lora destacó además que países como Argentina, Ecuador, Paraguay, Guyana y Trinidad y Tobago se sumaron recientemente a la coalición internacional contra el narcotráfico. “Washington, por primera vez en la era moderna, está a la ofensiva contra los carteles, en particular contra el cartel venezolano de los Soles”, afirmó, citando reportes de prensa.

En el plano interno, Lora también analizó el caso de la gobernadora de la Reserva Federal Lisa Cook, acusada de fraude fiscal tras declarar como “residencia principal” dos propiedades para pagar menos impuestos. El presidente Donald Trump exigió su renuncia, y ante su negativa, decidió removerla del cargo.

“Ella está equivocada al decir que el presidente no tiene la autoridad para despedirla. Claro que la tiene, es un mandato constitucional. Lo que se busca es preservar la credibilidad de una institución clave para la estabilidad financiera del país”, señaló Lora.

Respecto al escenario nacional, Lora consideró que los ataques judiciales contra Trump han perdido fuerza. “El Partido Demócrata está en un 20% de aprobación y la estrategia contra el presidente no les ha funcionado. Cada vez que lo llevan a juicio, él termina ganando. Les está dando de su propia medicina”, dijo.

“Lo que hoy se despliega frente a Venezuela no es una operación menor”.

Manfred Grautoff, experto en temas de seguridad nacional y ex director del tanque de pensamiento Geostrategy, advierte que EEUU ha movilizado destructores Arleigh Burke, considerados la columna vertebral de su Armada en todo el mundo. Estas naves son capaces de levantar una barrera digital impenetrable, con defensa aérea, terrestre y submarina.

A ese poderío se suma el portaaviones anfibio Iwo Jima, equipado con aviones F-35B de despegue vertical, lo que equivale a poner veinte ejércitos al mismo tiempo sobre la región, con capacidad de fuego real, asegura Grautoff.

La gran diferencia respecto al 2020 es que ahora existen documentos oficiales del estamento de defensa de EEUU que catalogan al narcotráfico como una amenaza directa a la seguridad nacional. Esa definición, habilita el uso de fuerza militar cinética, dejando atrás los discursos políticos y pasando a órdenes con valor jurídico y estratégico.

El mensaje es claro: el despliegue actual no es retórica ni simple presión diplomática. Es una demostración de fuerza sin precedentes en el Caribe, con un costo millonario para el contribuyente norteamericano y un impacto directo en la estabilidad del régimen de Maduro.

La periodista venezolana Carla Angola advirtió que la situación de Venezuela se encuentra en una nueva etapa marcada por el cierre de las vías diplomáticas, políticas y electorales, luego de que Estados Unidos y sus aliados catalogaran al régimen de Nicolás Maduro y a figuras clave como parte de un cartel criminal.

Durante una entrevista radial, Angola explicó que Washington ha estado en un proceso de “construcción de capacidades” frente al caso venezolano:

“En principio, se le dieron muchas oportunidades al régimen para resolver esto por las vías diplomáticas, políticas y electorales. Eso ya se agotó”, señaló.

En su análisis, la periodista recordó que el gobierno de Maduro respondió a la derrota electoral del pasado 2 de julio atrincherándose y desplegando una estrategia de resistencia basada en la represión.

“El régimen se atrincheró en una guerra de resistencia, tratando de desaparecer en una intensa campaña contra todo aquel que pudiera oponerse, incluyendo a la población civil”, afirmó.

Las declaraciones de Angola coinciden con lo expresado por Pamela Bondi, desde una rueda de prensa en Brooklyn, Nueva York, acompañada de fiscales federales y autoridades del Departamento de Justicia:

“Estamos a un paso de acabar con todos los carteles”, aseguró Bondi, en alusión a la ofensiva coordinada contra el narcotráfico. Angola también llamó la atención sobre el ruido y la desinformación en redes sociales, donde proliferan titulares engañosos para captar clics:“Nada ocurre por casualidad. Todos debemos trabajar incansablemente para que las cosas sucedan”, recordó, citando un mensaje que compartió en sus plataformas digitales.

Con esta combinación de presión internacional y resistencia interna, la situación venezolana se enmarca en un escenario de tensión creciente y de expectativa sobre los próximos pasos de la comunidad internacional.

Maduro enfrenta hoy un escenario de cerco total. Por un lado, la administración Trump lo presiona con un dispositivo naval; por el otro, con un cerco jurídico que permite a la justicia de Estados Unidos intervenir en Venezuela al no reconocerlo como jefe de Estado legítimo, así lo explica Antonio de la Cruz, analista y presidente de Interamerican Trends.

El régimen intenta resistir con gestos calculados: liberar parcialmente presos políticos, reforzar la lealtad militar y denunciar agresiones externas para mantener cohesión interna. Sin embargo, el debilitamiento es evidente: perdió apoyo militar y político, y sus opciones se reducen.

La recompensa de 50 millones de dólares sobre su cabeza convierte a Maduro en un hombre que no puede dormir. Cualquier general, miembro de su círculo o incluso mercenarios ven en su entrega no solo dinero, sino también la posibilidad de negociar con Estados Unidos y garantizar su futuro.

Hoy, para Maduro, quedarse en el poder resulta más costoso que abandonarlo. Ya no cuenta con el respaldo internacional que esperaba, ni Rusia ni Colombia se alinean. Estados Unidos lo considera un usurpador, un jefe de cartel y líder de una organización terrorista. Por eso, advierte De la Cruz, la presencia militar estadounidense no es solo intimidación: hay una misión especial en marcha y Maduro lo sabe. Sus horas están contadas.

El caso Kilmar Ábrego expone la narrativa de la izquierda: defender a un migrante que encarna lo ilegal, lo conflictivo y lo paralegal. No es la defensa del migrante en general, sino de un arquetipo funcional a un modelo de Estado que justifica excepciones y dobles estándares. Para Erick Fajardo, analista y consultor legislativo, este es el símbolo del migrante convertido en cliente político, movilizable en las calles y enfrentado a la República misma.

Ese es el migrante que sirve y que necesitan. Es el migrante que justifica leyes de excepción y valida la creación de dobles estándares. El Estado republicano clásico descansa en la igualdad ante la ley, en que no hay privilegios ni exclusiones. El Estado de lógica marxista, en cambio, comienza creando categorías especiales: la etnicidad, la ascendencia o la condición migratoria se convierten en excusas para suspender la aplicación igualitaria de la norma, explica Fajardo.

En el programa de Yoly Cuello en Actualidad Radio, el analista Román Lejtman explicó la estrategia que adelanta la administración del presidente Donald Trump en torno a Venezuela, tras la orden ejecutiva firmada a comienzos de año. La secuencia incluyó la designación del Cartel de los Soles como organización terrorista, la recompensa histórica de 50 millones de dólares por Nicolás Maduro —una cifra que no se ofreció ni por Osama Bin Laden tras el 11-S— y ahora el despliegue de buques, submarinos y aeronaves en el Caribe para cortar el tráfico de cocaína y fentanilo hacia territorio estadounidense. Lozinski subrayó que el objetivo central es la seguridad de Estados Unidos y no una invasión a Venezuela, descartada en Washington por los antecedentes de Panamá. Sin embargo, admitió que el cerco económico y marítimo puede golpear las finanzas ilícitas del régimen y erosionar la base de apoyo de Maduro, lo que abre una nueva ventana de acción política para la oposición encabezada por María Corina Machado y Edmundo González Urrutia. Mientras tanto, países caribeños respaldan la ofensiva antidroga, al tiempo que la Guardia Costera estadounidense anunció que hoy descargará en Port Everglades más de 76 mil libras de cocaína incautadas en operaciones recientes.