El miedo al fracaso y a no ser capaz de hacerlo sola acompañaron a Ana Sastre en sus inicios como emprendedora, sin embargo no permitió que estos le impidieran hacer lo que ella deseaba. Estudió Ingeniería Industrial y, efectivamente, encontró trabajo con facilidad en una multinacional, con un buen puesto, con proyección y admiración de los demás hacia ella. Pero aquello no le llenaba. Lo tenía todo según el estándar de la felicidad, sin embargo no sentía sensación de plenitud. Miró entonces hacia dentro para preguntarse qué quería hacer con su vida, y fue así como Ana Sastre, inició un proceso de autoconocimiento para definir qué estilo de vida quería llevar y entonces qué trabajo quería desempeñar. En ese proceso de Reinvención Profesional reconoció sus capacidades, descubrió otras que no sabía que tenía y derribó las barreras que ella misma se ponía. Cada vez se daba más valor a ella misma y ganaba en seguridad. Fue así como nació Márketing Libélula, un proyecto precioso de marketing para psicólog@s y terapeutas que habiéndolo iniciado ella sola, ahora es un proyecto consolidado que ha crecido hasta formar parte de él un equipo de mujeres que Ana Sastre lidera.