Marine Le Pen logró una victoria histórica en la primera vuelta de las elecciones legislativas francesas, con el partido Agrupación Nacional obteniendo el 33% de los votos, el doble que en 2022. El bloque de extrema izquierda, que incluye socialistas, ecologistas y comunistas, alcanzó un 28%, mientras que el partido de Emmanuel Macron cayó al tercer lugar, tras ser la primera fuerza política hace dos años. Con 577 diputados en juego, estos resultados podrían otorgar la mayoría absoluta a Agrupación Nacional. La participación fue del 70%, la más alta desde los años 80. Este resultado ha provocado disturbios en ciudades importantes, con protestas y violencia, reflejando la insatisfacción general y subrayando los problemas económicos y multiculturales de Francia.