En las elecciones legislativas francesas, la alianza entre el Frente Popular y Macron resultó en una victoria para la extrema izquierda, liderada por Melenchon, relegando a Agrupación Nacional de Marine Le Pen al tercer lugar a pesar de haber recibido 3.5 millones más de votos. La coalición comunista y proislamista obtuvo 182 escaños, mientras que Agrupación Nacional consiguió 143 escaños, impidiendo así una mayoría clara en la Asamblea Nacional. Macron, estratégicamente aliado con la izquierda, ha provocado disturbios y manifestaciones tras los resultados, reflejando un país dividido y radicalizado.