En Bolivia, las mujeres cholitas han sido despreciadas y víctimas de discriminación durante mucho tiempo. Hace cuarenta años, a estas mujeres vestidas con grandes trajes tradicionales, bombines y largas trenzas negras, se les prohibió la entrada a los cines y a determinados restaurantes. Desde 2010 y con la inclusión en la Constitución de los derechos a las mujeres indígenas, ellas han experimentado un avance social sin precedentes, al punto de lograr un verdadero reconocimiento nacional. Ahora están acaparando toda la atención, hasta los más altos niveles políticos y mediáticos. Un verdadero éxito, mientras Bolivia sigue siendo uno de los países de América Latina con las mayores tasas de violencia contra las mujeres.