A lo largo del siglo XIX fueron muchos los científicos que sucumbieron a los encantos de los fenómenos paranormales y del espiritismo, encarnados en la mayoría de las ocasiones en personas con la supuesta capacidad de contactar con el otro lado. Y se metieron de lleno en la investigación de dichos sucesos. Querían saber si había indicios que llevasen a pensar que, detrás de la voz a veces desagradable de los médiums, había una realidad a la que todos estábamos destinados a llegar. Y eso es algo que, con otras formas hay quien, dentro de la ciencia, sigue estudiando en la actualidad. Iniciamos un sorprendente viaje que nos demostrará que el interés por saber más…  apenas ha cambiado.