Algunos ya lo denominan la primavera feminista, una revolución por la Igualdad que ya no tiene vuelta atrás. 2017 fue el año de la onda expansiva de la campaña del “Yo También” del MeToo que puso el tema del acoso sexual en la agenda política y este 2018 para muchas mujeres es el del paso a la acción. Lo vimos este pasado jueves en países como España con su primera huelga feminista, y también en Latinoamérica con varias concentraciones por múltiples razones: desde los feminicidios hasta la brecha salarial. Desde el acoso callejero hasta la cosificación que el márketing hace en muchos casos de la mujer. Porque sobran los motivos. Lo dicen todas las estadísticas y los datos no son opinables.