RFI entrevistó al economista Camilo Tiscornia sobre el anuncio del FMI de que comenzó a negociar con Argentina un nuevo programa de ayuda financiera antes del fin del actual, que expira en diciembre. Tiscornia destaca que el país ha realizado un 'esfuerzo fiscal enorme', aunque aún persisten desafíos como el tipo de cambio y el impacto social de las medidas económicas. Un informe de Yesica Brumec.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) inicia conversaciones con Argentina con vistas a un nuevo plan de ayuda. La portavoz del FMI, Julie Kozack, declaró este jueves que el organismo continúa colaborando de manera constructiva con las autoridades argentinas. El programa actual, de un total de 44.000 millones de dólares, expira a finales de diciembre y se había firmado en marzo de 2022, durante el gobierno anterior.
Según el economista Camilo Tiscornia, aunque aún no hay detalles sobre el nuevo acuerdo, el objetivo del anuncio es llevar tranquilidad a los mercados.
"Ya de por sí esto es una señal positiva para mostrarles a los mercados. Es como decirles: 'Miren, el Fondo Monetario Internacional está detrás nuestro [nos está apoyando], así que pueden confiar en nosotros'. Después habrá que ver el detalle fino de lo que se acuerda con el FMI', comenta Tiscornia.
La portavoz del organismo elogió el plan de ajuste macroeconómico que el presidente Javier Milei puso en marcha en su primer año de mandato y calificó sus resultados como impresionantes. Sin embargo, el economista explica que, aunque el programa se había renovado bajo el gobierno anterior, los requisitos del FMI no habían sido cumplidos.
"El gobierno actual ha hecho un ajuste fiscal enorme. Esto es parte de lo que el Fondo Monetario Internacional resalta. Ese ajuste ha permitido a Argentina bajar la inflación y que la economía volviera a crecer, según los últimos datos. En el pasado, el Fondo hizo la vista gorda. Esto, creo yo, fue un problema del Fondo. Pero el gobierno actual ha hecho muchas cosas, y por eso el cumplimiento del acuerdo viene muy bien. Es poco lo que no se ha cumplido. No es que el Fondo esté regalando elogios; el Gobierno ha hecho mucho para que se valore positivamente lo que se logró", subraya Tiscornia.
Para Camilo Tiscornia, la Argentina ha cumplido una parte de las exigencias, pero aún hay mucho por hacer.
"¿Qué queda pendiente de lo que el Fondo podría pedir? La duda sobre si el tipo de cambio en Argentina es adecuado, dado que el mercado de moneda extranjera no es libre. Existe lo que se llama el cepo, una serie de restricciones que el Fondo generalmente no avala. Ese es uno de los puntos más problemáticos en un posible acuerdo con el FMI".
Otra deuda pendiente, es que en Argentina la pobreza aumentó 11 puntos porcentuales durante la gestión de Milei y más de la mitad de la población vive bajo esa línea.
"Una de las primeras cosas que pide el Fondo es algún tipo de ajuste fiscal, lo que implica aumentar impuestos o reducir gastos. Dependiendo de cómo se implemente, esto puede tener impactos sociales. Además, cuando el FMI pide corregir el tipo de cambio, por ejemplo, mediante una devaluación, eso genera inflación, complicando aún más la situación de pobreza. Por lo general, este tipo de medidas, aunque buscan resolver desequilibrios económicos, tienen costos sociales altos y contribuyen a la mala imagen del Fondo".
Según el economista, la situación económica continua hacia una estabilidad, las cifras de pobreza puedan bajar en los reportes del año que viene.