El magacín semanal "Francia hoy" presenta temas de sociedad o política francesa. Profundizamos en cada tema con el análisis de expertos y numerosos testimonios.
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By RFI Español
El magacín semanal "Francia hoy" presenta temas de sociedad o política francesa. Profundizamos en cada tema con el análisis de expertos y numerosos testimonios.
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Los profesionales de América Latina que llegan a buscar trabajo en Francia se topan con una dificultad mayor: obtener la equivalencia de sus títulos universitarios es, en ocasiones, una misión imposible.
Por Mariana Hernández, de la Universidad Iberoamericana de Ciudad de México, para RFI en español*
Unos 281 millones de personas viven fuera de sus países, según la Organización Internacional para las Migraciones. Cambiar de país trae consigo la dificultad de encontrar un empleo. Jorge Moro, originario de Hermosillo, México, estudió ingeniería química y decidió emigrar a Francia cuando terminó sus estudios. Eso fue hace 25 años. Pero cuando Jorge llegó, se encontró con que su título mexicano no era válido en Francia.
"Me dijeron que lo único que podían hacer era darme un papel en el que se 'atestiguaba'… no recuerdo la palabra precisa, en el que se atestiguaba que yo había hecho cinco años de estudios superiores. No más. Eso era todo lo que podían darme como justificante", explica Moro.
El documento, en ese momento, no le sirvió para encontrar trabajo. Jorge Moro tuvo que regresar a los estudios y obtener un diploma francés. Aunque no hizo la carrera completa, sí obtuvo una licenciatura. Esto le permitió encontrar un empleo. Hoy trabaja en un laboratorio de la Prefectura de Policía de París y se encarga de situaciones de riesgo, seguridad y prevención, en particular riesgos químicos, bacteriológicos y nucleares.
La salida es volver a estudiar... en FranciaCamila Ríos fundó en 2018 UNIR, una organización que se dedica a ayudar a los migrantes en la homologación de sus estudios. Según ella, la educación es una de las maneras de superar este obstáculo. Camila Ríos cita el caso, por ejemplo, de una abogada que decidió lanzarse en un proceso de reconversión y ahora es contadora.
El proceso para homologar el título se hace con una organización llamada ENIC-NARIC que se encarga de hacer una evaluación y emite los certificados de reconocimiento. Jorge Moro es uno de los tantos migrantes que no pudieron ejercer su profesión cuando llegaron a Francia. Muchos llegan no solo con diplomas, sino con una experiencia laboral de varios años, pero esto no es tenido en cuenta.
En muchas ocasiones, los migrantes y refugiados se ven forzados a hacer formaciones cortas para trabajar en la construcción o en supermercados. "Si bien esos trabajos son importantes para la sociedad, no corresponden a lo que la persona desea hacer", subraya Camila Ríos.
Si lo hacen es porque se han visto forzados a dejar sus países, entre otras razones, por la persecución política, como fue el caso de Elena, abogada nicaragüense, o las amenazas de la guerrilla, como en el caso de la enfermera colombiana Paula Posso.
No hablar francés es una de las principales barreras"El idioma es una de las principales barreras para quienes migran a este país", sostiene Camila Ríos. "Es muy difícil proyectarse en un país cuando no se habla el idioma. Muchos llegan a Francia hablando inglés, pero no francés. O hablando solamente su lengua materna", explica Ríos.
La situación precaria de los profesionales inmigrantes se ha agravado por la creciente amenaza de la extrema derecha, que quiere reducir la inmigración.
"Escuchamos todos los días declaraciones en las que los migrantes son vistos como ladrones, asesinos y violadores. También los acusan de querer aprovecharse del sistema. Pero esta visión está realmente muy lejos de la realidad, si consideramos las estadísticas. Hay una especie de criminalización de la figura y de la identidad del migrante", denuncia Camila Ríos.
A pesar de los discursos alarmistas de ciertos políticos, la realidad es que la integración de los migrantes, especialmente cuando tienen educación superior, trae varios beneficios para el país. Esto fue evidente durante la pandemia en 2020.
La necesidad de personal de salud fue evidente en ese período. Hubo médicos migrantes que fueron llamados por el gobierno francés. "Los médicos migrantes trabajaron en los hospitales como médicos. Se les reconocieron sus capacidades. Pero, pasada la pandemia, se despidieron de ellos, les dieron las gracias y ya", recuerda Ríos.
"En Francia hay actualmente una crisis de médicos. Hay ciertas ciudades, ciudades medianas o pueblos, que no tienen médicos. En ocasiones hay que tomar el coche y recorrer muchos kilómetros para tener acceso a un médico. Y, del otro lado, tienes personas refugiadas que son médicos", subraya Camila Ríos, que está convencida de que "nos conviene a todos vivir sintiendo que somos miembros de una misma sociedad".
*Este reportaje fue realizado por la estudiante de periodismo Mariana Hernández, de la Universidad Iberoamericana de Ciudad de México, durante su pasantía en París después de haber ganado la décima edición del Premio RFI Reportaje en español.
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Pacifistas de Israel y Palestina se dieron cita en la capital francesa en un acto organizado por la ONG “Guerreras de la Paz”, con el apoyo de la Fundación RAJA, titulado ‘Llamado de París por la Paz en Medio Oriente’. Fue a finales de septiembre, en vísperas del primer aniversario del ataque del Hamás del 7 de octubre y la respuesta militar de Netanyahu. El evento reunió a activistas israelíes y palestinos unidos por un coraje y un deseo inquebrantables de poner un fin duradero a la violencia que asola la región.
“La paz es posible”, gritó desde el escenario Nava Hefetz, judía y rabina independiente. Su clamor es el mismo de la decena de pacifistas de Israel y de Palestina que, como ella, vinieron a la capital francesa tras un año en el que cualquier esbozo de paz ha sido aniquilado y, en su lugar, reina la guerra como si fuese la única posibilidad para Medio Oriente.
En el Teatro la Colline de París, las voces de estos activistas de ambos lados fueron un grito de auxilio y, a la vez, una reprimenda a la comunidad internacional. Ellos representan a dos pueblos enfrentados y hablan dos lenguas diferentes. Pero tienen un mensaje y una batalla común: la defensa por el derecho a la convivencia simultanea que por más de siete décadas les ha sido negada a punta de odio, despojo y muerte.
“No nos da vergüenza exigir a gritos una solución para las personas que viven en Israel y Palestina, no sólo para una parte, no sólo para el pueblo judío, no sólo para el pueblo palestino porque ambos merecemos seguridad. Ambos merecemos libertad. Y sí, ambos merecemos la independencia”, afirmó Rula Daood, palestina y ciudadana israelí porque nació y creció en Galilea, al norte de Israel.
Rula vino a la capital francesa acompañada de Alon Lee, israelí, líder sindicalista y del movimiento de protesta en su país y ex consejero del Knesset, el Parlamento de Israel. Los dos dirigen el movimiento de base Standing Together, en el que judíos y palestinos militan por la paz, la justicia, la igualdad y el fin de la guerra en Medio Oriente.
"Estamos aquí para hablar de soluciones para nuestra gente en el norte de Israel. Y sí, para la población del sur del Líbano. Y sí, para la población de Gaza, que sigue siendo bombardeada en este momento", afirma Rula Daood.
Desde el comienzo de esta guerra, hace un año, Rula ha visto el dolor en ambos bandos. Ha vivido el secuestro y el asesinato de sus amigos, y también el bombardeo de sus amigos palestinos. Ver cómo mueren familias por las balas y el hambre “es un dolor que nadie puede soportar”, dice. Pero desde ese dolor, Rula decide cada día al despertar hablar de soluciones.
Gaza, la prisión a cielo abierto más grande del mundo
En el ataque terrorista perpetrado en Israel por Hamás el 7 de octubre de 2023 murieron 1.290 personas, en su mayoría civiles. De los 251 secuestrados durante la incursión del grupo islamista, 101 siguen cautivos. 35 han sido declarados muertos por el ejército israelí.
La masiva y mortífera represalia emprendida por Israel se ha cobrado más de 41.000 vidas en Gaza, la gran mayoría civiles, cifras dadas por el Ministerio de Salud del territorio gobernado desde 2007 por Hamás, consideradas “fiables”, por la ONU.
"Esta es la 15ª guerra. Y en todas y cada una de las guerras, nuestro gobierno dice lo mismo. Bibi Netanyahu dice las mismas frases. Dice que esta vez erradicaremos a Hamás. Que después de esta vez no habrá más Hamás. Pero lo que ocurre es que con cada bomba que cae sobre Gaza, sobre gente inocente, sobre escuelas y hospitales, Hamás se hace más fuerte”, dice Rula.
Dos tercios de los edificios del enclave palestino han sido destruidos en la ofensiva israelí. El 70 % de las escuelas de la Oficina de Naciones Unidas para los refugiados palestinos, la Unrwa, han sido bombardeadas. 500 personas han muerto en estos ataques, incluido personal humanitario de la ONU, pero sobre todo mujeres y niños palestinos. el 96% de la población de Gaza está al borde de la inanición. Y 80% ha sido desplazada a la fuerza y deambula por este territorio convertido en la prisión a cielo abierto más grande del mundo.
“Lo único que nuestros lideres israelíes están destruyendo en este momento son personas, calles, bebés y la posibilidad de que ambos pueblos vivamos con seguridad. Y la única voz que se oye en la sociedad israelí es la voz de la derecha, fascista, mesiánica, que quiere matar a todo el mundo, conquistar todas partes, expulsar a todos los palestinos", sostuvo la joven activista.
“Este gobierno debe irse”
Cada sábado miles de manifestantes exigen en las principales ciudades de Israel al Gobierno de Benjamín Netanyahu que llegue a un acuerdo con Hamás para traer de vuelta a los rehenes en poder del grupo islamista. En esa marea humana está presente Jonathan Hefetz, israelí residente en Jerusalén y lidera la organización Semillas por la Paz.
Vino a París con un mensaje claro: lo israelíes no son el Gobierno de Israel: "Del mismo modo que los franceses no son su Gobierno, ni los estadounidenses el Gobierno de EEUU. Y en la sociedad israelí actúan fuerzas enormes. Judíos, árabes, drusos, beduinos, hombres, mujeres, todos intentan ahora cambiar realmente la situación, militan contra el Gobierno, militan por un futuro diferente”.
Desde antes del 7 de octubre de 2023, las calles israelíes ya se inundaban con protestas contra el primer ministro, Netanyahu, y su hábil coalición de extrema derecha que le permitió volver al poder y, por tanto, escapar a la cárcel por los delitos de corrupción que pesan en su contra.
Dos figuras de la extrema derecha nacionalista y religiosa más radical sobresalen en su gabinete: Bezalel Smotrich, ministro de Finanzas, e Itamar Ben Gvir, delincuente convicto con ocho condenas por disturbios, vandalismo, incitación al racismo y apoyo a una organización terrorista, y hoy ministro de Defensa. Ambos abogan por erradicar como sea a los árabes de la tierra bíblica de Israel y, en primer lugar, a los palestinos.
Durante este año de guerra contra Gaza, el dúo Smotrich-Ben Gvir se ha apoderado de 800 hectáreas de tierra palestina, construido 3.500 nuevas viviendas en Cisjordania, y distribuido armas gratis a los colonos.
"Este gobierno debe irse, pero debe irse democráticamente. Por eso, cada sabado, miles y miles marchamos para exigir otro destino politico. Y esas protestas son reprimidas duramente. Eso me preocupa mucho. Ben Gvir es una amenaza para la democracia israelí y aún más para el Estado de Israel. Pero, su ideales y declaraciones son minoritarios en el seno de la comunidad judía de Israel", asegura Jonathan Hefetz.
En 2002, Jonathan vivió el alzamiento palestino conocido como la segunda Intifida. Y en 2006, siendo sodado israelí combatió en la Segunda Guerra del Líbano
"Hay que salir de la retórica de los extremistas y entender la liberación de palestina y la liberación israelí, porque nosotros también debemos ser liberados, no como los palestinos, por supuesto, pero nosotros también estamos bajo la ocupación de un Gobierno y la ocupación de Cisjordania también nos influye", dice.
Jonathan Hefetz defiende la existencia de los judíos en el Estado de Israel y la existencia de los palestinos en un Estado palestino. Y denuncia la manipulación de las potencias extranjeras: “En Francia, en Europa y en Estados Unidos hay políticos que utilizan la guerra y el conflicto para sus propios ideales e intereses, en lugar de calmar las cosas e intentar presionar a Israel, a Palestina y los países árabes para que empiecen por fin a construir la Paz".
Que con las víctimas no se justifique la guerra
Aziz Abu Sarah es palestino, su hermano de 19 años fue asesinado por el ejército israelí. Maoz Inon es israelí, sus padres fueron asesinados por Hamás. Los dos son empresarios y sobre todo muy amigos.
"Enterramos los restos de mis padres. Mi madre fue quemada tan gravemente que no pudo ser identificada. Los perdí el 7 de octubre. Perdí a muchos de mis amigos de infancia. Sus padres, sus hijos. Muchos fueron secuestrados y llevados a Gaza. Me ahogaba en un océano de pena y dolor. Me rompieron en pedazos", relata Maoz Inon.
Aziz Abu Sarah recuerda que cuando llamó a Maoz Inon para ofrecerle sus condolencias, Maoz le respondió "que no sólo llorabas por tus padres, sino también por la gente de Gaza que está perdiendo la vida. Y que no querías que lo que le ha ocurrido justifique que alguien se vengue. No quieres justificar la guerra. Y es tan difícil hacer eso ".
Desde hace un año, los dos recorren juntos el mundo intentando convencer a los gobiernos que se involucren, como lo hacen ellos, con la paz. "Hace poco nos reunimos con el Papa y aceptó nuestra petición de ser nuestro embajador en reuniones con gobiernos, con diferentes líderes de todo el mundo, como el G7. Fue nuestro embajador en el G7 y consiguió cambiar el lenguaje del comunicado final para incluir la importancia del trabajo de los activistas por la paz”, contó entusiasmado en París Aziz Abu Sarah.
Maoz Inon Aziz Abu Sarah destacan la labor educativa que llevan a cabo: "Hacemos lo que llamamos educación narrativa dual desde ambas perspectivas, la israelí y la palestina".
Existen múltiples soluciones
Dos semanas antes del fatídico 7 de octubre, el primer ministro Benjamin Netanyahu anunció ante la Asamblea General de Naciones Unidas "el amanecer de una nueva era de paz entre Israel y el mundo árabe " refiriéndose a los llamados Acuerdos de Abraham firmados con cuatro países árabes y patrocinados desde la Casa Blanca por Donald Trump.
Netanyahu mostró en el órgano decisivo de la ONU un mapa del “Nuevo Oriente Medio” con un mensaje implícito: la rendición de Palestina y el final de la solución de los dos Estados. Una propuesta que durante décadas tuvo importante apoyo de gobiernos del mundo, empezando por Washington, pero que hoy algunos consideran "letra muerta". No así los activistas por la paz israelo-palestina como Ibrahim Abu Ahmad, palestino y fundador delPodcast Unapologetic, la tercera narrativa.
"Hay múltiples soluciones que realmente existen sobre el terreno. No tenemos que empezar de cero. Existen mapas reales, territorios reales, fronteras reales. Podemos tener los clásicos dos Estados, diferentes modelos de confederación o dos Estados bajo una nación. Hay muchas formas de garantizar la seguridad de la población", afirma.
Ibrahim es la metáfora viviente de la Tercera Narrativa. La de los matices y las fronteras difusas. De familia palestina nacido en Nazaret, Galilea, Ibrahim también es ciudadano israelí.
“Mi abuela pasó por la Nakba. Nuestra familia se enfrentó a muchas cosas en 1948. Acabamos quedándonos en nuestras casas y nos convertimos en ciudadanos israelíes. Pero eso también me permitió tener una realidad con la sociedad israelí. Por ello tengo la oportunidad y la capacidad de ver ambas realidades, ver ambos dolores, ambos retos, ambas aspiraciones. Y creo que nuestra comunidad es el vínculo porque somos la única que habla árabe y hebreo y que tiene realidades palestinas e israelíes al mismo tiempo".
El silencio y el letargo de Europa, cómplices de la muerte
El 7 de octubre del año pasado, Nava Hefetz perdió a dos de sus amigas judías asesinadas por Hamás. Pese al dolor sin límites, esta rabina de 70 años y activista israelí por la paz desde hace cinco décadas no claudicó en su defensa de los derechos de los palestinos.
"Hay que actuar ahora, renunciando al odio, renunciando a la negación del uno o del otro. Es ahora que hay que gritar y exigir el reconocimiento de dos pueblos viviendo sobre la misma tierra", sostiene.
Nava Hefetz afirma querer “un pueblo judío soberano, pero rechazar la supremacía judía". Y, aunque no se siente culpable, sí se siente responsable colectivamente de que su pueblo esté ocupando a otro, dice. Una convicción que le pasa factura: "Estamos dispuestos a pagar los costos. A que los nuestros nos consideren traidores, a ser amenazados. Todo eso, por la paz", dice.
Nava hace parte de Rabinos por los Derechos Humanos, una ONG que trabaja por el diálogo interreligioso y que, en los últimos meses, ha pedido el envío de ayuda humanitaria al enclave palestino. También es miembro de las Guerreras por la Paz, un grupo de mujeres israelíes y palestinas que trabajan por “el fin del ciclo de la violencia”.
"Me he reunido con varios políticos en Francia, Bélgica e Inglaterra y lo primero que les dije fue que dejaran de hablar, que empezaran a meter las manos en el barro de Gaza, en el barro del conflicto y empezaran a actuar. Y su respuesta es que hacen lo que pueden”, dice sin ocultar su cólera.
Para esta rabina independiente lo más importante es el humanismo. “Si Hamás es una organización extremista es problema de Hamás” asegura. Y del papel de Estados Unidos respecto a Israel afirma que “las armas le llegan de EEUU, los aviones llegan de EEUU. En lugar de iniciar esta guerra y buscar venganza tras el 7 de octubre, deberíamos haber convocado una conferencia internacional con el G7, con todos los líderes, e intentar encontrar una solución. Pero creo que Occidente está dormido y que Europa tiene que despertar de su letargo”.
Nava también aguijonea a aquellos que enarbolan un discurso anti israelí olvidando al bando de la paz en Israel que, constantemente y desde hace décadas, está presente en los territorios ocupados defendiendo a los palestinos.
"Servimos de escudos humanos para que los palestinos puedan recoger aceitunas"
“Nosotros servimos de escudos humanos a los palestinos cuando quieren ir a recoger aceitunas, cuando les incendian sus campos de olivos, vamos y plantamos con ellos. Así que soy muy crítica, en primer lugar, con mi pueblo, mi Estado, mi gobierno. Pero también soy crítica con el mundo occidental, el llamado mundo liberal”, enfatiza.
A la crítica de Nava hace eco la voz de su gran amiga y compañera de batallas por la paz. Tahani Abu Daqqa, la emblemática figura de la Autoridad palestina, exministra de la juventud y el deporte, nos recordó en la escena del Teatro nacional de la Colline, la responsabilidad que todos tenemos con Medio Oriente.
"Desde aquí llamo al mundo a cesar el fuego inmediatamente para salvar vidas y permitir la entrada de la ayuda humanitaria. Llamo a una solución justa, duradera y pacifica basada en la legitimidad internacional. Llamo al fin de la ocupación y al establecimiento de un Estado palestino independiente al lado de un Estado israelí, garantizándose el derecho y la seguridad de los dos pueblos”, reclamó.
Al cierre de su intervención, ante cientos de asistentes, Tahani Abu Daqqa exhortó a todos a poner fin a este sufrimiento. “Todos ustedes son responsables de esta guerra que ocurre en Gaza. Todos ustedes son responsables de la muerte de mujeres y niños. Y su silencio será cómplice de los crímenes perpetrados en Gaza", exclamó como una saeta lanzada desde el enclave palestino y que se clavó en los corazones de quienes la escuchábamos cómodamente sentados en las gradas del teatro.
Ha pasado un año desde el 8 de octubre de 2023 e Israel continua su arremetida en Gaza donde un reciente ataque contra una mezquita que albergaba refugiados mató a 26 civiles. Y continúa bombardeando a Líbano donde un millón de personas han sido obligadas a abandonar sus hogares en un éxodo imposible de gestionar, aseguran las autoridades libanesas.
Recientemente, el presidente francés Emmanuel Macron se pronunció a favor de parar el envío de armas a Israel y por un cese al fuego. Declaraciones que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó de “vergonzosas”.
La historia de los Juegos Paralímpicos es la de décadas de lucha por la inclusión de la diferencia. Todo empezó en una Europa devastada. En 1948, el neurólogo alemán Ludwig Guttmann organizó unos juegos en el hospital Stoke Mandeville de Inglaterra para rehabilitar a un grupo de amputados de la Segunda Guerra. En los Paralímpicos París 2024, más de 4.000 atletas discapacitados física, intelectual o visualmente, provenientes de 180 países, compiten en 549 pruebas dentro de 23 disciplinas deportivas.
¿Sabía usted que el prefijo “para” de las Olimpiadas de discapacitados tiene que ver más con el término paralelo que con parálisis? ¿Que la opinión mayoritaria dentro de la neuro medicina de la post Segunda Guerra era que los lisiados no hicieran ejercicio y, mucho menos, deporte? ¿Que los primeros Paralímpicos como tal tuvieron lugar en el marco de las Olimpiadas de Roma 1960, pero se llamaron 9° Juegos Internacionales Anuales de Stoke Mandeville? ¿O que los deportistas sordos o con discapacidad auditiva no pueden participar en las Paralímpiadas de la actualidad?
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En este reportaje, Angélica Pérez nos lleva a la génesis de los Paralímpicos, nos cuenta detalles de este esfuerzo deportivo en el que se entrecruzan violencia, rehabilitación y deporte y nos permite escuchar un abanico de testimonios de paraatletas que revelan como el deporte no solo les salvó la vida después de la tragedia, sino que les abrió las puertas a un mejor vivir.
Un agradecimiento especial a La Casa Colombia que funcionó durante los JJOO París 2024 en el Parque de Naciones de la capital francesa, bajo adminsitración de la cancillería del país suramericano.
¿Qué mueve a los deportistas y atletas con diferentes tipos de discapacidades a superarse y buscar las mejores marcas en los Juegos Paralímpicos? En RFI en español hablamos con varios latinoamericanos que nos explican sus historias personales y por qué están en París.
Bajo el cielo de Paris, tuvieron lugar los Juegos Olímpicos 2024, con el lema "Ciltius, altius, fortius". “Más rápido, más fuerte, más alto” ¿seguirá siendo el eslogan del país cuando todas las infraestructuras se habrán desmontado, o cuando todos los turistas se habrán devuelto a sus países?
¿Qué herencia para los franceses después de tanto entusiasmo y espíritu deportivo cuando el país intenta salir de una encrucijada política tras la disolución de la asamblea nacional y las elecciones legislativas anticipadas?
Natalia olivares indagó sobre la herencia de est estos JJOO, entrevistando a: Carlos Moreno Urbanista, que conceptualizó la ciudad de París para los Juegos Olímpicos 2024 con la alcaldía; Nicolas Ferrand, director general de la empresa Solideo para los Juegos Olímpicos de París 2024; Gabriel Giménez, economista de Neoma Business School de Francia; Marie Barsacq directora de impacto y herencia del Comité de Organización de los Juegos Olímpicos (COJO); Fernanda, estudiante parisina; Juana Gil, arquiteta parisina; Vincent, docente diferencial y parisino.
Reportaje de Natalia Olivares con la participación técnica de Vanessa Loiseau y Charly Amadou
A 250 kilómetros al norte de París se ubica Berk sur Mer, una pequeña ciudad balnearia, bañada por el canal de la mancha. Cada abril la población de 15 mil habitantes se ve casi doblada por la llegada masiva de turistas. Llegan en tren, en carro o en bus con una idea: levantar su mirada al cielo e imaginar que vuelan con gigantes seres mitológicos y coloridos animales sostenidos por el viento. En 2024 llegaron para disfrutar de la primera edición de “The World Kite Cup”.
Ya son 37 años en los que Berck sur Mer se ubica en el mapa como la capital mundial de las cometas, o de los papagayos, barriletes, papalotes, volantines o como se le nombre a este juguete muy ligado a la infancia.
“Nos parecía absolutamente lógico realizar una competencia internacional de las cometas dirigibles, incluyendo todas las disciplinas del vuelo deportivo y acrobático”, explica Roman Roger, encargado de la comunicación del Mundial de Cometas Acrobáticas.
La competición se compone de cinco pruebas. Cada día una categoría diferente es puntuada en individual, parejas y equipos. También el tipo de cometa cambia, si tiene dos líneas o cuatro líneas. Las líneas son los hilos que van desde la mano a la cometa. Al final se suman los puntos y se elige al campeón mundial entre las 10 selecciones participantes: Francia, Alemania, España, Inglaterra, Países Bajos, Canadá, Colombia, Estados Unidos, China y Taiwán.
“Es la primera vez que se celebra en el mundo una competición de este tipo, en el que no se representa a un equipo, se representa a una nación. Es decir, aquí están los mejores cometeros del mundo bajo su bandera nacional”, dice orgulloso el también cometero francés Roger.
Las condiciones climáticas para este primer mundial parecen óptimas en una playa larga, a unos 100 metros del mar cuando la marea está baja.
“Es como el patinaje artístico”
Existen diferentes calidades, diferentes durezas, diferentes tamaños para estas cometas acrobáticas. “Las de dos hilos casi siempre tienen una forma triangular de Delta. Es un triángulo que siempre está avanzando. Las de cuatro hilos parecen un corbatín, tiene un borde de ataque horizontal muy ancho, pueden girar, esta cometa avanza, frena y reversa con el control que le imprime el piloto con las líneas y los mandos en sus manos”, detalla el colombiano Óscar Muñoz, diseñador y fabricante de cometas.
Los participantes se ubican en una zona delimitada de la playa para realizar la coreografía de unos tres minutos, sobre una pista musical. Volar cometas dirigibles es un deporte en el que se deben ejecutar figuras obligatorias y libres valoradas por un jurado. De los siete jueces que observan cada movimiento, hay tres encargados de evaluar la coreografía, entre ellos está la colombiana, que hoy vive en Francia, Nilsa Riveros.
“Tengo que ver que realmente los movimientos de la cometa sean acorde con la música que estamos escuchando. Que haya un principio, que haya un final, que haya una historia, que haya sorpresa. Que las figuras se vean claramente. Si están haciendo un cuadrado, que se note que el cuadrado es exacto. Que haya una consecución de movimientos. Es un poco parecido a todo lo que tiene que hacer el patinador cuando hace patinaje artístico”, describe Nilsa Riveros que hace 20 años estaba en Berck sur Mer para volar su cometa en representación del equipo Bogotá 2.600, en referencia a la altitud de la capital cafetera. “Aunque dentro de la competencia quedamos penúltimo, fue un aprendizaje increíble”, recuerda.
La carrera de piloto de cometas de Nilsa, es muy seguida en su país. Para este primer mundial en reunir todas las categorías, Colombia llega con una delegación de nueve cometeros. “En Colombia tenemos la CKFA, una asociación que rige estas competencias y ellos sacan una clasificatoria que permite tener los mejores en cada modalidad”, explica el competidor Michael Márquez.
En Colombia existe una gran tradición cometera, es uno de los países más destacados en latinoamérica en este arte de dominar el viento, sin embargo, las condiciones de vuelo no son las mismas que las europeas, señala Michael: “Realmente es complicado por el tema del viento. Nosotros entrenamos cada fin de semana en el interior del país (Bogotá), sobre césped una zona donde el viento es muy laminar, es muy constante, es muy suave. Con vientos de 10,12 o 15 kilómetros máximo, pero acá tenemos condiciones de 30, 35, 40 kilómetros. Para nosotros es muy difícil, pero igual tienes que adaptarte a esa condición. Entonces buscas los recursos, las cometas, tratas de modificar, de adaptar y eso es lo que te permite mostrar una mejor representación”.
Por su parte, los tres integrantes de la selección española, el equipo Mistral, están más adaptados a las condiciones de vuelo francés según Naty Crespo: “vivo en Bilbao, en el norte de España y más o menos es una costa parecida a esta porque llueve muchísimo y hay viento, aunque lo que vemos aquí es una maravilla”.
En The World Kite Cup, su nombre original, se disfruta del arte de dominar el viento.
Los cometeros concentrados en la competencia, el público con la cabeza hacia las nubes. Entre los aplausos, se escuchan halagos como: “Es muy lindo, magnífico, difícil de explicar, hay que verlo, formidable, muy poético”.
Tras cinco días de competencia, Francia gana la primera edición de la Copa del Mundo de Cometas Acrobáticas.
Escuche el reportaje de Ana Maria Ospina desde la ciudad de Berck sur Mer, norte de Francia. Edición de Pierre Zanutto.
Vassogne es una pequeñísima comuna rural de solo 90 habitantes en el noreste de Francia. Sus electores han pasado de la izquierda socialista y ecologista a votar por la extrema derecha. De cara a las europeas del 9 de junio 2024, RFI puso la lupa en el comportamiento electoral de los vassognenses, muestra del voto rural francés.
La sociología electoral constata que el voto por la extrema derecha en Francia proviene mayoritariamente de zonas rurales donde no hay inmigrantes. No obstante, sus votantes esgrimen como razón el miedo a la inseguridad y a la violencia que asocian a la inmigración. Es el caso de Vassogne, pequeña comuna rural de la región de Alta Francia que cuenta con apenas 90 habitantes y una cincuentena de electores.
Escuche el reportaje de Angélica Pérez:
Un Jardín Colectivo sirve de telón de fondo a los habitantes de Vassogne para compartir la siembra y la palabra. En este terreno comunitario, indagamos las razones por las que las urnas han dado un vuelco de 360 grados saltando del voto mayoritario por la izquierda hacia la extrema derecha.
"Cuando llegamos aquí a Vassogne en 2004, nos pusimos muy contentos y orgullosos porque era un pueblo de galos que resistía”, dice Hélène, trabajadora social, reivindicando una resistencia política, sello hasta 2019 del electorado de este pueblito perdido en el noreste de Francia
“Se votaba sobre todo por el Partido Socialista, mientras que todos los pueblos alrededor ya eran de derecha. De extrema derecha, incluso”, detalla Hélène.
En las elecciones europeas de 2004, el año en que ella se instaló con su familia en Vassogne, el Partido Socialista ganó con 13 del total de 32 votos. Los Verdes obtuvieron cuatro y la ultraderecha, entonces liderada por Jean-Marie Le Pen, apenas dos.
En las europeas de 2009, los socialistas siguieron campeando en las urnas del pueblo con diez votos. Y los Verdes conquistaron nueve, espejo microcópico del avance espectacular que ese año logró la lista ecologista en toda Europa.
“Pero ya no es mas así”, lamenta Hélène.
En las urnas: de la izquierda a la extrema derecha
A partir de la elección europea de 2014, la extrema derecha se fue abriendo paso y ganando terreno en los resultados electorales del pueblo.
Ese año significó una conmoción política en Francia. Por primera vez, la extrema derecha obtuvo la victoria. El Frente Nacional, con Marine Le Pen a la cabeza, hija del legendario líder de este partido, salió muy bien parado con un 25% de los votos, dejando atrás a la derecha y aventajando por diez puntos al Partido Socialista.
En Vassogne, la extrema derecha también se catapultó en las urnas: con siete votos, empató a ecologistas y socialistas.
Y cuatro años después, en mayo de 2019, la lista de la ultraderecha, Tómese el Poder, liderada por Jordan Bardella y amadrinada por Marine Le Pen, quedó de primera en la votación nacional para las europeas con más del 23 % de los sufragios. Un punto más que la alianza de todas las derechas.
Aunque en Vassogne los ecologistas siguieron liderando el voto, el pueblo vivió su gran cisma electoral: la extrema derecha se disparó con 11 votos a su favor. El resultado del Partido Socialista - que entonces gobernaba en Francia con François Hollande en la presidencia-- emuló su debacle nacional: apenas un seis por ciento, que en esta comuna rural se tradujo en tres tristes votos.
Lejos de los inmigrantes, cerca del tv
El electorado de Vassogne se reduce a 50 personas y todos se conocen entre sí. ¿Se podría, acaso, saber quiénes empezaron a votar por la extrema derecha desde 2014?
Imposible, responde Hélène, aun si esa pregunta es un fantasma que asecha en el pueblo en cada una de las últimas elecciones: “Es terrible porque cuando vives en un pueblo pequeño, necesariamente te preguntas ¿Y quién votó por el Frente Nacional? ¿Quién votó por Zemmour? Y, entonces, hasta piensas en hacer una lista de toda la gente”.
Hélène intenta encontrar una explicación para el voto por la ultraderecha. “¿Será porque ha habido tantas muertes de gente mayor, apegada a ciertos valores y, en cambio, han llegado más y más jóvenes? Tal vez, sea esa gente nueva la que ha cambiado el resultado del voto”, conjetura. Y agrega: “Lo más triste es que se trata del voto de gente que no se enfrenta en absoluto a la inmigración”.
La ciudad más cercana, Reims, queda a 45 minutos, en auto. Esta comuna rural no tiene transporte público, ni panaderías, ni cafés, ni supermercado, ni bares, ni teatros, ni salas de cine, ni bibliotecas. Pero, hay un televisor en cada casa.
“Los medios, los medios, los medios, Hay que dejar de ver el C8 y C-News porque la gente no va más allá. Es que, realmente, aparte de la ignorancia y la estupidez, no me explico esos resultados”, concluye Hélène.
Ladrones, asesinos y violadores
"Son ladrones, asesinos, violadores. Hay que devolverlos a TODOS. Impedirles que vengan como a toda la inmigración» afirmó colérico en septiembre de 2019, a la cadena CNews, el líder de la ultraderecha francesa Eric Zemmour, refiriéndose a los menores de edad extranjeros que llegan sin papales al país.
El Consejo Superior del Audiovisual (CSA) impuso una multa de 200.000 euros a la cadena por los comentarios xenófobos y llenos de odio de su polémica estrella.
CNews, C8, Canal+, CStar son parte del imperio mediático privado Canal + del millonario francés Vincent Bolloré.
Desde la campaña para las presidenciales de 2022, aumenta en los medios de comunicación privados franceses el espacio concedido a noticias que vinculan crimen con inmigración y dan la voz a la extrema derecha.
Para explicar el repunte de la extrema derecha desde la sociología electoral, Michel Wieviorka parte de la pregunta “dónde se vota mayoritariamente por la extrema derecha en Francia. Y rsponde
“Se vota mucho más en el campo, en zonas rurales alejadas de las ciudades en las que si hay inmigrantes. Entonces, el miedo y el odio a los inmigrantes no está conectado con la presencia de estos inmigrantes”.
Para el sociólogo del mal, la cuestión es clara “existe un sistema mediático que contribuye a construir esta opinión pública y su voto”. Wieviorka agrega que también existe una presión editorial porque varias casas de edición francesas han sido compradas por Bolloré.
“No es solo una persona: Bolloré”, aclara el autor de La sociología del sujeto y el estudio de las nuevas extremas derechas. “Es todo un grupo, un universo mediático que tiene una audiencia fuerte, entre 25 y 28 % de la población. Más la gente que, sin declarase de extrema derecha, repiten este discurso. Y no son solo los medios clásicos, prensa, televisión y radio. También están las redes sociales, que no son controladas por Bolloré, y han contribuido enormemente a este proceso de derechización de la sociedad francesa”.
Seguridad, respeto y sin velo
Algunos de los vecinos que vienen al Jardín Colectivo de Vassogne dejan ver su tendencia hacia la extrema derecha.
Tal es el caso de Michelle Dubuis, una pensionada que llegó a vivir al pueblo hace tres años. Ella no falta a la cita con las urnas en cada elección europea. Eso sí, defiende el principio del voto secreto.
“No estoy muy de acuerdo con la idea de recibir a los inmigrantes porque ya hay bastantes en Francia” dice la mujer. Aunque acepta que en Vassogne no hay ninguno.
Y también admite no haber sido víctima en carne propia de ninguna agresión?. Sin embargo, para Michelle el problema es la inseguridad inherente, según ella, a la inmigración.
“A menudo veo en la televisión todo lo que está pasando. Cada vez hay más robos en casas particulares, atracos. La gente es más y mas agresiva. Todo se debe a la política, a la forma en que vivimos, a todo lo que se nos impone. Creo que la gente es agresiva porque tampoco la está pasando bien”, sostiene.
Michelle vino acompañada de un amigo también jubilado. A la pregunta sobre la opción política por la que votará en estas elecciones europeas, responde
- Este año, será más bien por la derecha, derecha.
-¿Extrema derecha?
- Sí- responde el sexagenario- Y ríe.
Las razones de su voto, dice, son la necesidad de volver al orden y a la seguridad. Y, al igual que Michelle, admite nunca haber sido blanco de una agresión, pero asegura que sabe lo que ocurre en las ciudades: estafas, robos.
Según él, esas violencias no existían antes y son fruto de la manera como se ha constituido la Unión Europea. “Yo no esperaba eso. Esperaba algo mejor, bien hecho, sólido, bien organizado. Y no lo tenemos”, afirma. “Antes éramos 22, ahora somos 27, pero seremos 50. Demasiados”.
Para este par de pensionados, el problema de la inmigración es la no integración a los que ellos llaman “valores europeos”.
“No nos lo van a devolver. Les hemos ayudado, les seguimos ayudando. Pero yo digo que no están haciendo nada por su cuenta para integrarse adecuadamente en Europa”, acusa el hombre.
Los inmigrantes trabajan, mueven la economía, pagan impuestos como todo el mundo. ¿Qué más deben hacer para integrarse?
Michelle toma la palabra: “Respetar las costumbres. Cuando ves en la tele a toda esa gente que viene de… los árabes, pues. Los ves que entran a nuestras escuelas portando el velo. No respetan las normas de la República. No quiero que mis nietos vayan a la escuela con velo. Que los obliguen a llevar velo”.
Ella admite que no es el caso. Pero asegura que “si dejamos que vayan demasiado lejos, si somos demasiado permisivos, al final llegaremos a eso. Porque ahora hay mucha más violencia en las escuelas”.
Todos somos extranjeros
Hace quince años que Franck Villequey vive en el pueblo y nueve que es alcalde. Él ha sido testigo del viraje del voto en esta comuna rural de la izquierda socialista y ecologista hacia extrema derecha. Un giro que coincide con la llegada de gente joven citadina, dice. Pero, advierte que los pobladores no exhiben sus preferencias políticas
“Son discretos. Salvo algunos que vienen a verme y me dicen: ¿señor alcalde, usted no va a recibir extranjeros, cierto?. Y aquí no hay. Solo que cuando miras el origen de la gente, te das cuenta de que todos somos extranjeros. Todos venimos de otra parte”, afirma y remata con una gran carcajada.
El mismo es de origen extranjero. Su abuela llegó a Francia huyendo del horror nazi en Hungría.
"En estas elecciones europeas la inmigración es el punto principal del debate. No podemos acoger a todo el mundo, en eso estamos de acuerdo. Pero entre no acoger a todo el mundo y dejar morir a la gente. No hay sino una opción: ¡los acogemos! Los acogemos con estructuras que hay que poner en marcha, por supuesto. Pero no se deja morir a la gente en el mar. Me parece inconcebible, inconcebible. Y eso me toca mucho", estima el alcalde .
Melanie Moureau; concejala de Vassogne llama a la responsabilidad política de los ciudadanos y de sus líderes. Para ella, el voto por la ultraderecha es, ante todo, una expresión de la ira social.
“Es el enfado por cómo va el mundo. No creo que sea necesariamente una opinión política. La gente muestra que está furiosa, pero no creo que sepan realmente cuál es el fondo de la cuestión y el sentido de su voto. Al fin y al cabo, lo que dicen los políticos es lo que dice la gente. La gente sólo ve el primer grado del tema que les plantean, no ve la sustancia, no indaga en el partido político en sí. Para mí, básicamente, les venden un sueño que no necesariamente les darán después, pero la gente se queda con lo que le dicen primero. Es como el marketing. Y la política funciona igual”.
Ira y pulsiones de odio en el discurso de la extrema derecha. ¿Qué pasa con la narrativa del bienestar social que enarbola la izquierda? En el prisma de la concejala de Vassogne “la gente ya no se identifica con la retórica de la izquierda. Tal vez, sea un discurso demasiado amable o no representa lo que la gente siente. La gente está enfadada, está perdida. Y no busca la información adecuada”.
La cosecha política a las urnas
Meticulosamente, Hélène busca en la tierra la cosecha de la siembra colectiva, así como busca el fruto del quehacer político de la izquierda. Esa cosecha definirá su voto en estas europeas
“Será por los ecologistas. aunque me tienen decepcionada, muy decepcionada” afirma Hélène y, luego, se pregunta entre risas: Y los socialistas de hoy ¿dónde están? ¿Dónde están? No hay más, no existen. Y los pocos socialistas que hay son unos clanes en guerra. Son muy malos comunicando. No promueven sus acciones. En estas elecciones europeas, su nivel de comunicación ha estado por el suelo. Pura guerra de opiniones. Sin duda, también es la forma en que los medios los presentan”.
El Jardín Colectivo de Vassogne es fruto de la invención de un adolescente. Ecologista hasta la médula, Eloi, sin embargo, es crítico frente a la visión de los partidos Verdes de Europa
“La forma en que los adultos ven el compromiso con el planeta sigue entrándose en una política muy globalizada, individualista. No tienen nada que se centre en nuestra producción local, por ejemplo, hacer cosas pequeñas, muy locales, muy sencillas”,
Todo es complicado y responde a una visión que solo busca sacar un beneficio económico de las prácticas ecológicas. Y, aunque se ahorre, el objetivo, por encima de todo, debería ser preparar un futuro mejor para nuestros hijos”, advierte.
Eloi tiene 17 años. No le alcanza la edad para votar en estas europeas. Pero si pudiera hacerlo, cumpliría con ese deber ciudadano sin parpadear.
"Hay muchos jóvenes que optan por la vía fácil diciendo: "ah, como todos son deshonestos y buscan yo qué sé, lo mejor es no votar". Pero no creo que eso sea una solución. Porque, al final, no elegir deja espacio para políticas que no podemos aceptar”.
En el Jardín Colectivo también hace su siembra Silvie, profesora del colegio de Vassogne donde no hay inmigrantes, pero el racismo se toma la palabra.
“Por estar abriendo todo el tiempo los micrófonos a la extrema derecha, los alumnos se sienten con derecho a hacer comentarios racistas pese a estar prohibido la ley. Eso me choca mucho”.
La docente narra el tipo de comentarios que se escuchan dentro de la escuela “La otra vez hice un informe y sancionaron a un alumno. Fue en una clase en la que no hay negros. Y uno de los estudiantes dijo algo así como me gustan los negros, ¡pero bien lejos!”
Y si las encuestas no se equivocan. ¿Y en estas elecciones europeas se impone el voto de la extrema derecha?
“No quiero creerlo, nunca me resignaré” afirma la profesara. Y concluye: “Yo sigo siendo optimista, mientras eso no ocurra”.
La Villa Olímpica fue inaugurada en febrero de este año, una obra de construcción colosal para albergar a los atletas y para atletas de París 2024. La villa se ubica en el suburbio de Saint Denis, conocido en el mundo del deporte por tener en su suelo al Stade de France, donde juegan las selecciones nacionales de fútbol y rugby.
RFI lo invita a pasear por la Villa Olímpica de París 2024. Escuche el reportaje.
En 2017, el lugar en donde hoy se impone la Villa Olímpica de París 2024, era lugar era una zona desierta, inutilizada, en la que sólo destacaba la Cité du Cinema, un centro cinematográfico dirigido por el director y productor francés Luc Besson. Alrededor de este lugar, un proyecto urbanístico fue tomando vida hasta ocupar una superficie de 53 hectáreas, lo que equivale a unas 70 canchas de fútbol. Hace tres años, circulaban por aquí 500 camiones al día.
“Hace tres años también caminé por acá y solo había grandes extensiones de terrenos, maquinaria, pesada, obreros”, recuerda el colombiano Gilberto Marín, vecino del sector.
Gilberto camina por un barrio ultramoderno que cuenta con 3.000 viviendas. Caqui, verde pálido, azul cielo y beige. Su colorida arquitectura contrasta con las urbanizaciones obreras de los alrededores y sus torres de viviendas de bajo costo. Gilberto duerme al frente, pero no podrá acceder a la villa durante los Juegos porque estará cerrada al público. Tampoco tendrán clase los alumnos del colegio Dora Maar. La institución educativa queda prácticamente en el centro de la Villa Olímpica.
Desde una de las ventanas del segundo piso del colegio, la profesora de español, Belén López, disfruta del paisaje. “Desde mi aula veo literalmente toda la Villa Olímpica, todos los nuevos edificios de todos los colores, con muchos cristales. Se ven principios de vegetación que quieren poner. Pero también veo la nueva pista ciclable, el carril para los coches y los buses”.
Los alumnos de Belén ya recibieron boletas para los Juegos Paralímpicos por parte del Gobierno francés. Las justas son un tema de gran interés en su programa escolar, explica Belén: “Cada año tenemos un proyecto relacionado con los Juegos Olímpicos. Este año, por ejemplo, todas las clases de nuestro colegio tienen un nombre de una ciudad que ha acogido o que va a participar en los Juegos Olímpicos de París 2024. Por ejemplo, hicimos un viaje a Barcelona para que los alumnos pudieran ver cómo evolucionó esa ciudad con los Juegos de 1992. Nosotros a nivel de colegio intentamos que vean cómo cambia su ciudad o su barrio con esta llegada de los Juegos Olímpicos”.
Adaptar el nuevo barrio al cambio climático
El encargado de esta obra gigantesca es SOLIDEO. Un establecimiento público francés creado para construir y adecuar los escenarios deportivos necesarios para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2024.
Antoine Souich, Director de Estrategia e Innovación de SOLIDEO, explica por qué esta villa es un laboratorio XXL para la construcción de las ciudades del futuro: “Hemos conseguido descarbonizar esta villa en un 50% en comparación con la construcción convencional de 2020. Lo logramos con el uso de madera en la estructura de los edificios de máximo 28 metros, con sus fachadas de entramados de madera, el uso de hormigón bajo en carbono así como con una red de calefacción y refrigeración alimentada por energía geotérmica, para no utilizar aire acondicionado. Un sistema refrigerante subterráneo para que los deportistas se mantengan frescos durante la cita olímpica. Hemos dado en este proyecto el paso necesario para alcanzar los objetivos fijados para 2030 por la Estrategia Nacional de Bajas Emisiones de Carbono para el Sector de la Construcción, definido en Francia”.
Y en uno de los edificios hay una primicia mundial. “Este edificio alberga sistemas que permiten reciclar y recuperar el 100% de las aguas residuales. Hay varios sistemas. Uno de ellos es para clasificar selectivamente la orina y recuperarla como abono. Hay otro para la reutilización completa de las aguas grises, incluida el agua de la cocina para el riego exterior, pero también para inodoros y lavadoras. Se trata de un nivel de reutilización inédito en Francia que ha exigido un gran trabajo técnico técnico”, dice orgulloso Antoine Souich, quien dirigió la visita.
“En los Juegos Olímpicos de Rio 2016 y en los de Londres 2012 estaban muy preparados, pero no tenían la misma presión por disminuir las emisiones de carbono. Hoy en día hay muchos países que nos solicitan, que vienen a visitar la villa porque hoy todos los países tienen problemas con la huella de carbono,la polución. Entonces quieren saber cómo hacemos para disminuirla a un 47%, de las mejores prácticas en la actualidad”, presume Gérard Wolf, coordinador internacional de Ciudades Sostenibles del Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia y miembro del Comité de Innovación de la SOLIDEO.
Descansar bien para ganar medallas
Esta zona está atravesada por calles recién pavimentadas. Son paralelas y perpendiculares entre sí para comunicar a unos 40 edificios. Cada uno de ellos fue imaginado por un arquitecto diferente, por lo que no hay uno igual a otro. En cada apartamento pueden pernoctar entre cuatro y ocho personas, cada una en su cama de cartón. El mismo material reciclable fue utilizado en Tokio 2020.
La delegación francesa va a descansar muy cerca del gimnasio. Las otras 203 delegaciones ya saben también cuál será su casa durante 20 días. 10.000 atletas y 4.500 atletas con sus acompañantes podrán acceder a servicios como un banco, un café, un supermercado, un peluquero, así como al restaurante más grande del mundo, ubicado en la Cité du Cinema. Puede servir hasta 40.000 comidas al día.
Quedará un barrio moderno
Para llegar hasta aquí desde el centro de París se puede tomar las líneas 13 y 14 del metro. Una vez que los Juegos Paralímpicos terminen el 8 de septiembre, se abrirán de nuevo las puertas para que los turistas y habitantes del sector puedan disfrutar de un barrio renovado.
Christiane Hammelin ya se imagina caminando por aquí cuando quiten el candado. “Yo miro estos pasajes peatonales geniales con sillas alrededor para sentarse y disfrutar de este pequeño jardín que no está nada mal. La vista del río Sena que pasa por aquí es muy bonita y cuando haga buen tiempo con sol lo voy a disfrutar más. Y también hay buenas tiendas”.
La Solideo recuperará las llaves para adecuar los edificios. Luego serán vendidos o arrendados, como apartamentos y oficinas cerca de la Cité du Cinema y del colegio Dora Maar.
“La cara del barrio, de la ciudad ha cambiado mucho. Antes estaba abandonada y ahora, con la construcción de nuestro colegio, con la construcción de esta Villa Olímpica, se ha dado un lavado de imagen, se está viendo un barrio bastante moderno”, concluye la profesora de español, Belén López.
Por su parte el vecino Gilberto Marín, piensa en aprovechar su cercanía con la Villa Olímpica: “ya que vivo aquí tan cerca de por lo menos obtener algún autógrafo de estos deportistas, de lo más famoso que son los que uno siempre busca”.
Un reportaje de Ana María Ospina desde Le Village Olympique de París 2024. Edición de Pierre Zanutto.
A tan solo tres meses de las elecciones europeas donde los sondeos anticipan el crecimiento de los nacionalismos, el Salón de la Agricultura de París se convirtió en un auténtico escenario de la tensión que se vive en Francia. RFI en español recorrió los pasillos de la Puerte de Versalles para hablar con los actores de un sector económico en plena crisis.
La cantidad de extranjeros que vienen a estudiar en Francia aumentó un 8% en 2022, es decir, un total de unos 400.000 estudiantes internacionales. Pero en el caso de los latinoamericanos, su llegada ha crecido un 18% en los últimos años. Para muchos de ellos, Europa es la puerta hacia una mejor formación, pero al llegar al país galo muchos se encuentran con un sinnúmero de obstáculos que van desde una burocracia kafkiana hasta el abuso de trabajos precarios.
Más de 27 millones de jóvenes dejan atrás sus países cada año en busca de mejores oportunidades, según la ONU, pero no todos lo hacen de la misma manera ni enfrentándose a las mismas dificultades. Para muchos jóvenes migrantes latinoamericanos, Europa es el destino en el que podrán acceder a una buena educación y a un futuro mejor, pero al llegar muchos se encuentran con otra realidad; burocracia, trabajos precarios, estafas...
"Decidí venir a Francia por la vía de au pair. La vida de au pair es bastante complicada. Pensé que sería un intercambio cultural con la familia francesa y yo también mostrar un poco mi cultura, pero no fue nada así. Entre mis amigas lo catalogamos con una “esclavitud moderna”, nos cuenta para RFI, María, una estudiante colombiana residente en París.
No es la única. Miles de jóvenes llegan a Europa por esta vía; ser niñera a cambio de un pequeño salario, un techo y un supuesto intercambio cultural. Una manera más fácil de llegar a Europa, que les permite compaginarlo con los estudios pero para muchas jóvenes acaba convirtiéndose en un infierno: jornadas interminables, trabajos extra que nada tienen que ver con el de niñera, malos tratos...
La aventura empieza antes de tocar suelo europeoEn el caso de Francia, antes de llegar, los estudiantes extracomunitarios, es decir, aquellos no europeos deberán presentar una serie de documentos y cumplir una serie de requisitos para poder obtener una visa de estudiante. “Uno de los requisitos básicos es tener unos 615€ mensuales, aproximadamente, en tu cuenta bancaria o mostrar la cantidad total que son entre 7.000 y 10.000€ para demostrar al gobierno que puedes mantenerte sin problema al llegar a Francia”, nos cuenta María e insiste: “a esto hay que sumarle los costos de la institución en la que estudies, los vuelos y los gastos extra, ¡es demasiado!”. Unos 15.000 y 20.000 euros para conseguir esta visa.
Un primer filtro que acaba siendo la criba decisiva para muchos estudiantes, que se les hace imposible reunir el dinero. A esto, se suman las trabas burocráticas y su lentitud de la que ni siquiera los estudiantes se libran. "En junio tuve problemas con la prefectura para renovar mi visa. Me faltaba un documento que yo no lo podía tener. Tenía que dármelo en la Universidad pero estaban en vacaciones. Estuve viviendo en Francia sin papeles dos meses, con los problemas que eso conlleva”.
Europa endurece sus leyes migratorias2023 fue el año en el que Europa ajustó más la puerta de entrada para los inmigrantes: más burocracia y menos ayudas. Alemania, Italia, Polonia... cada vez son más los países que endurecen sus leyes, y también Francia se suma a esta lista. El pasado mes de diciembre, el país aprobó su nueva ley de migración con el apoyo de la ultraderecha. Una reforma que ha causado una importante crisis en el gobierno, a pesar de que el presidente, Emmanuel Macron, la defiende como “un escudo necesario”.
Se calcula que el número de estudiantes extranjeros en Francia aumentó un 8% en 2022, es decir, un total de unos 400.000 estudiantes internacionales. En el caso de los estudiantes latinoamericanos, su llegada al país galo ha crecido un 18%, en los últimos años. “Las políticas públicas actuales se formulan para frenar estos flujos migratorios, pero ¿qué tal si nosotros abordamos el tema desde el origen? ¿Cuáles son esos factores adversos que obligan a las personas a abandonar sus países de origen? Por ejemplo, aumentar las vías de migración regular, tratar de destinar estas ayudas de la Unión Europea, no para esos países que son receptores de migrantes, sino para desarrollar programas de formación de mano de obra calificada, acuerdos de Cooperación Internacional sobre educación para los países que emiten migrantes", explica Diana Cristancho, fundadora de FARO para migrantes en Francia.
Leer tambiénFrancia se alinea con la Unión Europea con una nueva ley migratoria
No solo Francia, si abrimos el espectro encontramos otros países europeos que han endurecido sus políticas migratorias, como Hungría, con una de las leyes europeas más duras y sancionado por la Unión Europea por estas. También, Eslovaquia y Polonia, quienes se mostraron en desacuerdo con las nuevas políticas europeas de migración aprobadas a finales de 2023 por ser demasiado laxas.
En Italia, el Gobierno de Georgia Meloni dio luz verde a una normativa que permitía retener en centros migratorios a las personas irregulares hasta 18 meses. Además de firmar un acuerdo con Albania para construir allí centros de recepción de migrantes con la intención de enviarlos fuera del territorio italiano. También Suecia, donde en estos momentos, el gobierno tramita una reforma que incluye, entre otras cosas, la obligación de los funcionarios -médicos incluídos-, a denunciar a los migrantes irregulares.
Desmotando el idilio europeo“Antes de venir pensaba que Europa era más tranquilo, sin inseguridad ni robos, ¡cómo de color de rosas!. Luego llegas aquí y es una cachetada. Aquí también hay problemas. Ningún país es perfecto. Francia también tiene sus dificultades”, nos insiste María.
El aumento de la inseguridad, la inflación y el endurecimiento de las leyes migratorias están provocando en Europa, un efecto contrario: europeos que migran a Latinoamérica. Un fenómeno que ya vivió un repunte en 2012, cuando 181,166 europeos optaron por emigrar a Latinoamérica, según los datos de la Organización Internacional para las Migraciones.
La mayoría de europeos escogen México como destino. Aunque, algunas asociaciones empiezan a levantar la mano ante el aumento del fenómeno “nómada digital”, es decir, jóvenes que viven en México, pero que teletrabajan para empresas europeas o americanas, pero que fiscalmente, según asociaciones contrarias a este nuevo movimiento, no aportan lo mismo que un local y además contribuyen a la gentrificación. Debido a la demanda de extranjeros, el precio de alquiler en la colonia Condesa, uno de los barrios de Ciudad de México más de moda, pasó de 17,851 a 28,542 pesos al mes.
Aunque las cosas en Francia para María mejoran, ella lo tiene claro, si este tercer intento no funciona: "me volveré a Colombia y buscaré otra cosa allí", nos dice.
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