Notas en Español e inglés 👇
1 Samuel 2: Formando hijos de bien en un mundo malo.
Hoy veremos cómo el niño Samuel, que fue dedicado para el servicio del templo, vivía en un ambiente de inmoralidad y pecado por el mal ejemplo de los hijos del sacerdote Elí.
1 Samuel 2:17-26:
El pecado de los jóvenes era muy grande delante del SEÑOR, porque los hombres trataban con irreverencia las ofrendas del SEÑOR. El niño Samuel servía delante del SEÑOR, vestido con un efod de lino. Su madre le hacía año tras año una túnica pequeña, y se la llevaba cuando iba con su marido para ofrecer el sacrificio anual. Entonces Elí bendecía a Elcana y a su mujer diciendo: “El SEÑOR te dé hijos de esta mujer, en lugar de este que ella pidió al SEÑOR”. Y regresaban a su casa.
El SEÑOR visitó a Ana con su favor, y ella concibió y dio a luz tres hijos y dos hijas. Y el niño Samuel crecía delante del SEÑOR. Elí ya era muy anciano y oía todo lo que hacían sus hijos a todo Israel, y cómo se acostaban con las mujeres que servían a la entrada del tabernáculo de reunión. Él les preguntó:—¿Por qué hacen semejantes cosas? Yo oigo de todo este pueblo acerca de sus malas acciones. No, hijos míos, no es bueno el rumor que oigo y que el pueblo del SEÑOR difunde. Si un hombre peca contra otro hombre, Dios intercederá por él; pero si alguno peca contra el SEÑOR, ¿quién intercederá por él?
Sin embargo, ellos no escucharon la voz de su padre, porque el SEÑOR quería hacerlos morir. Y el niño Samuel crecía en estatura y en gracia para con Dios y los hombres.
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Ya vimos cómo Dios bendijo a Ana con Samuel. El niño fue educado y entrenado en la casa de Dios para los diferentes oficios.
Vemos aquí un sacerdote y padre que puso a sus hijos encima del temor de Dios. Él no los corregía de sus malos caminos, especialmente cuando estaban abusando de las ofrendas, de las mujeres y de su posición sagrada. ¡Ellos claramente estaban pisoteando al Señor dentro de Su casa!
Es cierto que debemos ser muy tolerantes en la crianza de nuestros hijos, pero debemos establecer una línea impasable donde ellos deben saber que si la cruzan están violando la autoridad y las normas del hogar, especialmente cuando esas acciones pueden ser hasta criminales.
Elí no actuaba con el amor firme, ese amor que se demuestra también en la corrección y la disciplina para guiarlos en el camino correcto. Es por eso que Dios tomó la decisión de castigarlos y eliminar a Elí, el padre, del sacerdocio para siempre.
Es por eso que Dios guardó a Samuel de la corrupción. Estoy seguro que su madre y su padre que lo visitaban todos los años, lo afirmaban como un niño escogido por Dios para cosas grandes, aunque su tutor y sus hijos no eran de buen ejemplo. Aun así, Samuel no se desesperó, se sometió a la autoridad y puso su mirada en sus tareas sagradas.
No fallemos en demostrar el amor en nuestro hogar con palabras de comprensión, apoyo y ánimo, pero también en decir las cosas que se están haciendo mal, tomar acción para corregirlas e instruirlos en el camino correcto, para que cuando crezcan nuestros hijos, algún día nos agradecerán por haberlos guiado por el camino correcto, a diferencia de Elí que, por alguna razón, no tuvo carácter ni firmeza con sus hijos, y se convirtieron en criminales y blasfemos, y esto les trajo consecuencias dolorosas y fatales.
No olvides afirmar a tus hijos con el ejemplo de Samuel, que aunque estaba conviviendo con muy malos ejemplos, él se mantuvo fiel a Dios, a las enseñanzas de sus padres, y creyó que Dios lo había traído a este mundo con un propósito específico y que, más adelante, él lo entendería cuando llegara ese momento.
Si eres un padre soltero, busca ayuda en tu congregación, de un adulto responsable y respetado en la iglesia para que poco a poco pueda ganarse la confianza de tu hijo y con respeto pueda darle algunos consejos que tú no puedas darle....