En este Domingo XXVII del Tiempo Ordinario, Monseñor Carlos Castillo habló sobre la importancia de vivir la misión familiar propiciando la capacidad de ver más hondamente y saliendo de los entrampamientos, sin condenar ni excluir a nadie, y sobre todo, ayudando a que todas las personas vayan entendiendo, poco a poco, que el Dios gratuito mora en nosotros: «Volver a los principios es el camino que nos da la salvación, volver a recapacitar y desechar ideologías, ambiciones, rencores, entredichos, ir al fondo y empezar a hermanarnos para ayudar y servir a nuestro pueblo», dijo durante su homilía.