En este IV Domingo de Adviento, Monseñor Carlos Castillo, Arzobispo de Lima y Primado del Perú, reflexionó sobre la actitud de apertura de María, quien no se quedó problematizada en su casa una vez que salió encinta, sino que se levantó y fue de prisa a servir a su prima Isabel, renunciando así a sus propios intereses:
«Esta apertura a lo nuevo, esta disposición a abrirnos a nuevos caminos, ayuda a que todos nosotros no parametremos al Señor según nuestras categorías. La actitud de una “religión niña” es: “Tú tienes que hacer lo que yo quiero, y si no haces lo que yo quiero, ya no creo en ti. ¡No te prendo velitas! ¡No doy limosna! ¡No voy a misa! Porque si voy a misa es para que me cumplas lo que yo quiero”. Entonces, esto es la “religión de los caprichosos” que quieren que el Señor funcione siempre según sus categorías», dijo durante su homilía.