Tras dos años de crisis sanitaria sin casi festejos, la marcha del Orgullo volvió a París. Decenas de miles de personas se dieron cita en pleno centro de la capital francesa para celebrar la visibilidad de la comunidad LGBT+. Entre las carrozas y la música a todo volumen desfiló un grupo más discreto: la asociación David y Jonathan. ¿Su singularidad? Se reivindican cristianos y homosexuales, y no están dispuestos a abandonar ninguna de estas dos identidades.