Hay un estudio realizado por Abraham Maslow sobre las necesidades básicas del hombre de la cual surge la famosa Pirámide de Maslow donde nos presenta las necesidades básicas que todo ser humano debe cubrir. En la base de dicha pirámide se encuentran las necesidades fisiológicas básicas. En segundo lugar, la necesidad de cubrir la seguridad, luego las sociales, el reconocimiento y por último la autorrealización. Dios nos enseña a comenzar a cubrir nuestras necesidades básicas para poder asegurarnos nuestra posterior realización. El ser humano en su distorsión de la realidad ha dado vuelta la pirámide y puesto en primer lugar la autorrealización cubierta por la sobre abundancia sin entender que Dios nos pide que le pidamos el pan para cada día que del resto el se va a ocupar El. Que significa entonces saber pedir el pan de cada día.

Cuando le decimos a Dios que se haga tu voluntad, queremos decir que, deseamos que sucedan las cosas como él las tenga planificadas para nosotros y no de otra forma.

Pedir a Dios que se haga su voluntad significa poner su voluntad primero sabiendo que su voluntad aplicada en nosotros es lo mejor que nos puede pasar. La búsqueda de la voluntad de Dios en la tierra era una forma de vida para Jesús. De hecho, actuar de acuerdo con el plan de Dios fue tan importante para Jesús que dijo: "Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y cumplir su trabajo" (Juan 4:34).

Cuando oramos "hágase tu voluntad", oramos para que Dios cumpla Sus propósitos en nuestras vidas y nos permita vivir como hijos obedientes.

Cuando oramos para que se haga Su voluntad "en la tierra como en el cielo", estamos alineando nuestros deseos con los de Dios.

La palabra Reino (regnum) es un sistema de gobierno monárquico.

Podemos mencionar diferentes sistemas de gobierno como el Republicano democrático, sistemas imperiales o sistemas de gobierno presidencialista, Teocrático (mando islámico de las naciones árabes y más particularmente el derecho canónico del Vaticano), Dictatorial, entre otros.

Dios eligió el sistema de Reino demostrando que bajo su Reinado hay uno solo que gobierna, dándonos la seguridad de ser ciudadanos de un Reino inconmovible, eterno, poderoso y seguro para vivir. Nuestro Rey nos da la seguridad necesaria para vivir en su sistema de gobierno que no consiste en cosas pasajeras, sino en conceptos que nos llevan a una vida poderosa, con propósito, y eterna. Tenemos el privilegio de poder elegir vivir en ese Reino que jamás se desmoronará, sino que cada vez es más fuerte poderoso y

eterno.

Jesús nos enseña a pedir que ese Reino inconmovible poderoso y eterno

venga sobre nosotros. Que ese Reino reine en nuestra vida.

Que importante es saber a quién nos estamos dirigiendo. De acuerdo con el interlocutor va a ser nuestra preparación, postura, manera de dirigirnos, etc. Es importantísimo entender quién está del otro lado para saber qué pedir, cómo pedir, de qué manera agradecer y cómo hacer que nuestras palabras sean efectivas al ser dadas. En este caso nuestro interlocutor es Dios mismo, el Único Dios creador de los cielos y la tierra. Jehová de los ejércitos. ¡El mismísimo y único Dios!

La tercera carta de Juan está dirigida a Gayo un anciano de la Iglesia de aquel entonces y en ella, hace referencia a 3 personas cuya conducta merece una descripción a tener en cuenta. En la vida nos cruzamos con distintos tipos de personas. Cada uno diferente en su manera de vivir, relacionarse, pensar, actuar, sentir y convivir. Esa forma de vivir (elegida por cada uno), es la que determinará nuestro presente y futuro. El destino no es abstracto a nuestro conjunto de decisiones y actos que cometemos en la vida. Somos responsables de nuestro destino. En estos tres personajes podemos sintetizar la manera de actuar y el resultado de esa forma de ser. Dios quiere el mejor destino para nosotros, y nos da las herramientas para que lo gocemos, pero los que deben tomar las decisiones de hacerlo somos nosotros. Vamos a ver 3 hombres con características diferentes y destinos diferentes.

En esta ocasión Jesús nos desafía a que podamos poner cada cosa de nuestra vida en su lugar. Quisieron tentarle intentando que Jesús se pronunciara contra el sistema de aquel entonces. Pero Jesús tiene claro qué cosas le corresponden a Dios y qué cosas al sistema que nos rodea. Jesús nos desafía a ordenar nuestra agenda y nos muestra qué darle al César y que darle a Dios. Entender lo que corresponde darle al César y sus consecuencias, y entender qué darle a Dios y sus consecuencias, nos dará una vida plena, fructífera, ordenada y próspera. ¿Qué lugar le estamos dando al César y qué lugar le estamos dando a Dios?

¿Cuántas veces frente a la desesperación nos acercamos a Jesús y así de rápido como lo hacemos, también nos alejamos olvidándonos del milagro que Él ha hecho en nuestra vida?

La solución inmediata, el milagro mediático sin contenido de fondo es el peor enemigo del ser humano. La pastilla que calma los dolores sin atacar ese dolor de raíz, la magia, el chamán, las terapias alternativas de moda dando soluciones para un problema sin dar la solución de fondo es lo que nos aleja de Dios y nos transforma en personas que viven la vida al momento calmando los dolores con aspirinas y padeciendo la enfermedad de por vida. 10 fueron buscando sanidad mediática solo 1 pudo encontrar la sanidad definitiva

La pregunta adaptada a nuestros tiempos es: “¿Qué andás discutiendo por la vida?”. Cuando las personas se vienen quedando sin contenido ni argumentos comienzan a ir discutiendo por la vida sin una base sustentable que haga, que esas discusiones, se transformen en algo transformacional en ellos. Estamos viviendo tiempos de mucha discusión social. Están sobre la mesa discusiones sobre inclusión, género, justicia social, distribución de riqueza, desigualdad, familia, roles, etc. etc. En el ámbito espiritual también existen discusiones sobre ¿Cuál lugar le vamos a dar a lo espiritual en nuestra vida? ¿Qué lugar ocupa Jesús en nosotros? ¿Qué tipo de discusiones espirituales mantengo? Las discusiones espirituales sin un contenido verdaderamente espiritual nos llevan a conversar sobre religión, estructura, talleres, cursos, eventos y dogmas creados por las personas para entretener y no para transformar. Estos 2 discípulos estaban discutiendo sobre la persona de Jesús que habían conocido, pero no sobre el Jesús hijo de Dios. Eso pasa cuando perdemos la mirada en Él.

Cuando leemos este relato sin tomar en cuenta el contexto en que Jesús les hace esta pregunta a sus discípulos, podemos pensar que nos encontramos con un Jesús demasiado exigente, que no toma en cuenta el cansancio de sus discípulos, y hasta poco comprensivo. Pero Jesús les hace una pregunta casi increpándolos: -¿Por qué están durmiendo? Dado que minutos antes había participado de la última cena donde les había anunciado que iba a ser entregado, pronto crucificado, y en unos días más, ya no estaría con ellos. Una situación límite, un momento lo suficientemente importante y extremo como para no darse el lujo de quedarse dormido.

Cuando miramos a nuestro alrededor y vemos un mundo VICA (Volátil, incierto, cambiante y ambiguo) o peor aún un mundo donde ya no es más VICA sino BANI = Bien Frágil / Ansioso / No Lineal / Incomprensible. En este mundo vivimos y nos movemos, y Jesús nos pregunta: - ¿Por qué están durmiendo?

Dios siempre nos da la oportunidad de elegir. Desde el principio del mundo, donde se nos da la oportunidad de elegir entre el bien y el mal hasta estos días, siempre hemos tenido la oportunidad de elegir. Aunque creamos que las cosas suceden por sí solas, cada acto de nuestra vida está signado por decisiones que, tomamos o hemos tomado, que nos marcan el presente y determinan el futuro. Lo importante y clave en este mundo de decisiones personales, es saber elegir. Para poder elegir, debemos saber qué queremos que Dios haga con nosotros. Dios está dispuesto a actuar en nosotros, pero nos pregunta: ¿Qué quieres que haga? ¿Sabemos qué queremos que Dios haga en nuestra vida? ¿Hemos decidido qué le vamos a pedir que haga con nosotros? Dios nos pregunta en este día ¿Qué quieres que haga en tu vida?