En toda Nación existen ciertos requerimientos para ser parte de ella y gozar los beneficios de ser ciudadano. En el Reino de los cielos también existen ciertos requisitos que debemos cumplir para obtener esa ciudadanía y gozar de ella. No alcanza solo con el pasaporte de ciudadanos debemos gozar de los derechos y los beneficios de serlo pero para que ello suceda resulta imprescindible cumplir con los requerimientos puestos por el Rey. Veamos algunos de ellos

Cada reino tiene su idioma oficial. Podrán existir dialectos u otras lenguas que se hablen de acuerdo a los territorios que fueron tomándose a lo largo del tiempo, pero los reinos tienen su idioma por el que son identificados sus ciudadanos y por los que se instruyen las normas, estatutos, formas de comunicarse y son claves para el entendimiento del mismo. Aquellos que somos ciudadanos del Reino de los cielos también debemos hablar ese idioma. Sino hablamos el idioma oficial del Reino de Dios siempre vamos a parecer extranjeros y viviremos como tales.

En que consiste el idioma oficial del Reino de Dios.

Hace algunos años atrás existía una publicidad sobre una tarjeta de crédito que su lema era: “los beneficios de pertenecer”. Ser ciudadanos del Reino tiene beneficios imposibles de igualar. No hay Reino que pueda competir con el Reino de Dios. Por eso, es tan incomprensible pensar que existan personas que prefieren vivir y ser ciudadanos de un reino que no goce de ninguno de los beneficios del reino de Dios. ¿Será que no los conocen? Veamos sólo algunos, porque describirlos todos, sería imposible.

Todo estado de gobierno, independientemente del tipo de gobierno, tiene unos principios que lo rigen y son el tutor de toda su actividad y propósito. Los principios son el principio, sobre ellos se basan nuestras conductas, hechos, pensamientos y son el ADN que caracterizan a una sociedad. El Reino de los cielos también tiene sus principios que actúan como una contracultura de los principios impuestos por nuestra sociedad. Quienes son ciudadanos del Reino de Dios deben vivir bajo esos principios.

Veamos algunos de ellos que nos ayudarán a gozarnos en la ciudadanía del Reino de los Cielos.

“Cultura, se refiere al conjunto de bienes materiales y espirituales de un grupo social transmitido de generación en generación a fin de orientar las prácticas individuales y colectivas. Incluye lengua, procesos, modos de vida, costumbres, tradiciones, hábitos, valores, patrones, herramientas y conocimiento.”

Dios nos llama, no sólo a ser ciudadanos de su Reino, sino también, a cambiar nuestra forma de pensar y actuar y vivir la cultura de su Reino. Cuando hablamos de cultura de un país u organización, decimos que es la manera de pensar y forma en que se hacen las cosas. Dios nos enseña la manera de vivir en la cultura de su Reino. Si queremos vivir y disfrutar de su Reino, debemos estar alineados en la manera de pensar y hacer de su Reino.

Veamos juntos la cultura del Reino.

Vivir en el reino significa ordenar nuestra vida en prioridades que estén alineadas a las prioridades del Reino. Nuestra agenda debe ser acorde a lo que pertenece al reino de Dios. La falta de identidad del cristiano es cuando nuestra agenda no es acorde a lo que pertenece al reino de Dios. La falta de identidad del cristiano es vivir una vida con una agenda priorizada en temas de nuestra sociedad queriendo gozar los beneficios de ser parte del reino. Es una cuestión de coherencia, identidad y calidad cristiana.

El Reino de Dios no consiste en un sistema donde lo momentáneo y pasajero tenga el primer lugar. Su sistema es un sistema donde el foco y la prioridad es el ser humano.

Nosotros somos el centro de las prioridades de quien gobierna. Dios gobierna ese reino poniendo en primer lugar la salvación y bienestar de sus hijos. En el mundo espiritual, hay 2 sistemas de gobiernos que rigen, uno es el Reino de las tinieblas gobernado por satanás y otro el Reino eterno de luz que es gobernado por nuestro Dios todo poderoso y donde ya en la cruz ha derrotado al monarca de la mentira. Veamos bien qué es el Reino de Dios.

Escuchamos muchas veces y leemos sobre temas de guerra espiritual. ¿Hablamos mucho sobre tomar posesión del campo que hoy ocupa el diablo, pero sabemos lo que esto significa?

Posesión es dominio, autoridad. Tomar posesión es asumir el control. ¿Quién tomó la posesión de tu vida? ¿Quién tiene el control?

Uno de los temas más críticos en toda Organización se centra en el modelo de gobierno de la misma. El modelo de gobierno que tiene la organización va a marcar la forma de conducirse y el tipo de organización que va a ser a partir de ese modelo.

El tipo de gobierno que apliquemos a nuestra vida, va a marcar qué tipo de vida voy a llevar a cabo. Si tengo un gobierno dirigido por Cristo, sin lugar a dudas voy a tener todos los mecanismos de control necesarios como para tener una vida ordenada, prolija y altamente productiva.

Cada vez que algo pasa a nuestro alrededor nuestras miradas sobre determinada situación pueden ser diferentes. Nuestra mirada puesta en Cristo determina la forma en que miremos nuestro alrededor independientemente de lo que este sucediendo o

nos esté sucediendo.

A diario recibimos cataratas de información que nos sacuden e inundan nuestra mente con sensaciones diferentes. En tiempos como los actuales esos impulsos son cada vez más rápidos y frecuentes. Donde vamos a poner nuestra mirada ante tantos impulsos

inciertos.