No resulta fácil hablar de la música de from. Lo primero porque es sorprendente que en tan pocos años un artista tan joven haya sido capaz de viajar con tanta comodidad entre el pop más luminoso, el postpunk más incisivo y el jazz más melancólico. Fue dejando pistas poco a poco: un primer disco bajo otro sobrenombre en el que brillaba su talento para la melodía y la querencia por un sonido de baja fidelidad pero con cuerpo y calidez. Hubo también dos EPs de corte experimental, y de repente llegó ‘Cada momento que te vi’. A la estela de ese magistral single, que oscilaba entre Molchat Doma y Décima Víctima, se ha cocinado su primer álbum, ‘Insecto’. Un disco urbano, no en el sentido que se le ha otorgado a la palabra en la última década (cajón de sastre para todo el R&B contemporáneo), sino urbano de la manera que lo eran Joy Division o King Krule. Un disco en el que brilla una poética que nos revela las grietas de un mundo nocturno, plagado de personajes a la deriva, desesperados, incapaces de comunicarse.