"Como si Kevin Ayers grabara en Muscle Shoals o Kris Kristoffer-son se involucrara con los primeros Pink Floyd", llegaron a decir de él y su primer disco, el homónimo ‘Riverboy’ (Happy Place Records, 2019). Ahora el sevillano llega con su segundo álbum, ‘El Olimpo’, un delicioso manjar lisérgico compuesto de brillantes melodías e hipnó-tica instrumentación. Riverboy se ha empecinado en volarnos la ca-beza. Para nuestra alegría, claro. En este nuevo trabajo encontramos canciones como ‘Por el cañaveral’, ‘Venus’, ‘Fénix’ o ‘La juventud’, casi un cruce de caminos ¿imposible? entre Lori Meyers, Weyes Blood y Los Estanques. También destaca ‘Delirio’, otra delicatessen que afianzaba a Riverboy como uno de los compositores más dotados de nuestra escena rock. Una canción mayúscula, capaz de invocar el espíritu de Los Brincos y The Zombies, sin perder de vista a nombres contemporáneos como Jacco Gardner o Drugdealer.