Jesús nos invita a amar como Dios ama. ¿Es eso posible? Es posible, porque Dios mismo se nos da para quedarse en nuestro corazón. Eso es la santidad, y por eso se nos pide que amemos a Dios "con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser".
Si quieres leer los textos que aquí se meditan, son estos pasajes: Lc 14,7-14; Flp 2,1-5; Mc 12,28-34.