El clima obliga, la ciudad más populosa de Canadá tiene mucho fondo de armario para adaptarse a las circunstancias. En verano sus habitantes refrescan los pies en las playas del lago Ontario; en invierno el Don Valley deja de ser un idílico escenario de picnics domingueros para convertirse en una estupenda pista de esquí de fondo. Todo está adaptado para que la vida no se detenga ni a 40 grados bajo cero, para eso han construido hasta una ciudad subterránea. Conocemos sus extraordinarias rarezas, saboreamos los rincones más especiales de la multiétnica Toronto e incluso nos escapamos hasta las cercanas cataratas del Niágara.

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19/01/2014