En realidad William Shakespeare no inventó la historia; su 'Romeo y Julieta' es la reinterpretación de un cuento anterior de amor y rivalidades familiares ambientado en esta preciosa ciudad del noreste italiano. Sus calles, plazas e iglesias medievales constituyen el mejor de los escenarios para dramas como el que sigue moviendo a millones de personas en peregrinación hasta Verona. Los vestigios romanos, perfectamente conservados e integrados en el casco urbano –como el teatro al borde del río Adige o su prestigioso anfiteatro– añaden motivos que atraerán hasta a los más reacios al amor.