Hay quien tiene especial habilidad para interpretar a la perfección una doble personalidad. Kim Philby por ejemplo, miembro de la red de espionaje llamada los Cinco de Cambridge, fue especialmente conocido por haber trabajado como agente encubierto de la Unión Soviética y al mismo tiempo para la dirección de la inteligencia del Reino Unido. Literalmente dirigía el servicio secreto británico del MI6 al mismo tiempo que le pasaba documentos al KGB, sin despertar las sospechas de ninguno de los dos bandos. ¿Quién no se ha sentido perplejo al ver el punto de peligrosidad al que ha llegado? La vida a veces se nos presenta con todo su dramatismo y nos preguntamos ¿cómo es posible que hayamos sido protagonistas de ese desastre? David, el personaje principal de nuestro texto de hoy, se encuentra aparentemente en una situación parecida. El texto nos habla de nuestra necedad y locura pero no lo hace para que les juzguemos desde la distancia, como si hubiese alguna justicia en nosotros. El objetivo del texto de hecho es hablarnos de la fidelidad de una tercera persona, que no son ellos, ni tampoco nosotros, sino Cristo. Nosotros somos un enigma incluso para nosotros mismos. Cristo por el contrario es el único en el que podemos encontrar una segura salvación. Jesús es precisamente de quien nos habla el texto que veremos hoy en el bíblico Libro de Samuel.
... Podcast de Jose de Segovia sobre Primer libro de Samuel, Cap. 29 1ss