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En Gaza, 87 niños han muerto de hambre, por desnutrición. Sin acceso a comida, agua, leche para bebés, ni medicamentos. La situación de emergencia podría solucionarse pero Israel se niega. El Gobierno de Netanyahu insiste en bloquear la entrada de ayuda a Gaza. Cuando los gazatíes se acercan a recoger los escasos alimentos que llegan a la Franja, los soldados israelíes disparan contra ellos. La comunidad internacional ha dicho 'basta', pero sin la colaboración de Israel es imposible aliviar el sufrimiento de cientos de miles de civiles que agonizan en la Franja de Gaza.
En 24 horas de RNE, hablamos con Refaat Alathamna. Refaat es médico y actualmente se encuentra atrapado en Gaza con su familia. El doctor nos explica la situación de hambruna que se vive en la Franja: "La gente está luchando cada día solamente para sobrevivir, no para tener buena alimentación. No hay casi nada en los mercados". Nos cuenta que algunas cosas son robadas y unos pocos afortunados consiguen comprar a "precios muy muy altos": "El resto solamente se queda mirando, buscando y poniendo su vida en mucho peligro", relata en RNE.
Refaat denuncia que los puntos de reparto de ayuda, en zonas militarizadas por Israel, son extremadamente peligrosos: "Son trampas de la muerte que ha creado Israel, donde reparte comida de manera "miserable" e "indigna". A diario hay víctimas, de 20 a 40 personas, solo por buscar el pan del día". Este médico utiliza las redes sociales para mostrar al mundo lo que sucede dentro de Gaza. Refaat cuenta que "Israel ataca a todo el que muestra la verdad de lo que están cometiendo contra nosotros aquí. Están acabando con todo lo que presta ayuda y servicio a los gazatíes. No quieren que la gente sienta algo de alivio, quieren que sufran lo máximo".
"Todo el mundo ha bajado de peso. Hay personas trabajando como médicos o enfermeras, con sobrecarga. Algunos se han desmayado mientras trabajan en el quirófano o atendían a pacientes, que llegan en forma muy débil. Con enfermedades terribles que no se pueden curar con esas condiciones, porque no están comiendo casi nada. Imagínate una persona que come dos pedazos de pan todo el día y queda así una semana o dos semanas. Los niños aquí están sufriendo lo peor", añade. Entrevista completa en RNE Audio.
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En Gaza, 87 niños han muerto de hambre, por desnutrición. Sin acceso a comida, agua, leche para bebés, ni medicamentos. La situación de emergencia podría solucionarse pero Israel se niega. El Gobierno de Netanyahu insiste en bloquear la entrada de ayuda a Gaza. Cuando los gazatíes se acercan a recoger los escasos alimentos que llegan a la Franja, los soldados israelíes disparan contra ellos. La comunidad internacional ha dicho 'basta', pero sin la colaboración de Israel es imposible aliviar el sufrimiento de cientos de miles de civiles que agonizan en la Franja de Gaza.
En 24 horas de RNE, hablamos con Refaat Alathamna. Refaat es médico y actualmente se encuentra atrapado en Gaza con su familia. El doctor nos explica la situación de hambruna que se vive en la Franja: "La gente está luchando cada día solamente para sobrevivir, no para tener buena alimentación. No hay casi nada en los mercados". Nos cuenta que algunas cosas son robadas y unos pocos afortunados consiguen comprar a "precios muy muy altos": "El resto solamente se queda mirando, buscando y poniendo su vida en mucho peligro", relata en RNE.
Refaat denuncia que los puntos de reparto de ayuda, en zonas militarizadas por Israel, son extremadamente peligrosos: "Son trampas de la muerte que ha creado Israel, donde reparte comida de manera "miserable" e "indigna". A diario hay víctimas, de 20 a 40 personas, solo por buscar el pan del día". Este médico utiliza las redes sociales para mostrar al mundo lo que sucede dentro de Gaza. Refaat cuenta que "Israel ataca a todo el que muestra la verdad de lo que están cometiendo contra nosotros aquí. Están acabando con todo lo que presta ayuda y servicio a los gazatíes. No quieren que la gente sienta algo de alivio, quieren que sufran lo máximo".
"Todo el mundo ha bajado de peso. Hay personas trabajando como médicos o enfermeras, con sobrecarga. Algunos se han desmayado mientras trabajan en el quirófano o atendían a pacientes, que llegan en forma muy débil. Con enfermedades terribles que no se pueden curar con esas condiciones, porque no están comiendo casi nada. Imagínate una persona que come dos pedazos de pan todo el día y queda así una semana o dos semanas. Los niños aquí están sufriendo lo peor", añade. Entrevista completa en RNE Audio.
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