Llegamos a conocer la excelencia del perdón por medio de la gracia divina. Tito 2:11 nos dice; Porque la gracia De Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres.

Hemos señalado la universalidad de la gracia di vina. Vimos que el plan de Dios, el cual incluye a toda la humanidad, se derrama sobre ella como la lluvia y la nieve. En muchos casos la lluvia sir ve para fructificar y alimentar la tierra, aunque en otros, al inundar el área se convierte en una ame naza para la vida. La nieve es hermosa sobre los árboles, pero representa una amenaza para los ca minantes. Así es la gracia de Dios, para los que la reciben es bendición; para los que la rechazan es su maldición. La Palabra de Dios tiene efectos inevi tables en la vida humana, o para salvación o para condenación, dependiendo siempre de la actitud en que se reciba. La gracia maravillosa ha transforma do nuestra vida árida y seca en una de frutos abun dantes para la gloria de Dios

La crisis del pecado universal reclama una salvación de alcance universal. Isaias 45:22 nos dice; Mirad a mi, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios. y no hay más.

La salvación no es una experiencia exclusiva para el pueblo de Israel; toda la humanidad está incluida por Dios en su designio. Aprendemos por el que Dios se compromete a sostener y defender a su Siervo, el Mesías, a través de la experiencia de estudio de rechazo y maltrato a que habría de ser sometido por su pueblo. La salvación que nos viene con Cris to es una experiencia, primeramente, liberadora del poder de las tinieblas para vivir en su luz admirable, y segundo, una experiencia que nos libera de la pobreza, la miseria y el dolor. Otra de las bendiciones obtenidas en la salvación es la seguridad de que somos trasladados a pastos delicados y aguas de re poso; que tenemos una posesión adquirida por Dios para nosotros donde nada nos faltará.

Dios no es uno entre los dioses, sino el único y verdadero Dios. Deuteronomio 6:4 nos dice; Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.

Hemos tratado de redescubrir el perfil del Dios de la Biblia, a quien el profeta Isaías presenta como el único y verdadero Dios. El Señor se ha revelado en la plenitud de su gracia para dejar sin excusa a los incrédulos y para confiar a los creyentes. Su palabra y su mensaje son de exhortación a su pue blo a vivir confiados en la defensa de su poder, y no temer a los que amenazan con destruirlos. Sin duda hay cosas maravillosas en la despensa divina, y nosotros somos llamados "sus testigos", porque somos la evidencia para el mundo de que hay un Dios verdadero y justo a quien debemos honor, gloria y majestad. Que nuestra conciencia de este Dios nos inspire a vivir confiadamente caminando en su temor consistentemente.

Vivir en un mundo justo es la esperanza de los pobres y destituidos de la tierra, Amos 5:24 nos dice; Pero corra el juicio como las aguas y la justicia como impetuoso arroyo.

En esta lección estudiamos, en primer lugar, acerca de la visión de un Dios justo y la implementación de su justicia de modo universal. En se gundo lugar vimos que nosotros nos debemos a un Dios soberano que tomará en sus manos los destinos nos de la humanidad cuando los poderes políticos, militares y económicos del mundo hayan sucum bido. Mientras tanto, como luces en medio de las tinieblas tenemos el privilegio y la obligación de iluminar, liberar a los cautivos del pecado y servir como instrumentos de reconciliación. Finalmente, queremos reafirmar nuestra confianza en las pro mesas de Dios y su justicia como nuestra ancla firme aquí y hacia el futuro. Que la convicción que tenemos de estas verdades se haga evidente en nuestro testimonio frente a un mundo injusto, impio y desigual.

La seguridad de Dios produce confianza y paz en el corazón del creyente en Isaias 41:13 nos dice; Porque Yo Jehova soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha y te dice: No temas, yo te ayudo.

Hablar de seguridad en un mundo amenazado por el terrorismo, la violencia doméstica y los hermanos tes constantes de inestabilidad política, es un tema inevitable. Actualmente, la sociedad adolescente de una seguridad real en todos sus estratos. Solo Cris to puede ofrecer verdadera seguridad, ocupando el corazón del hombre y apartando de él la violencia la maldad que lo mantiene en asecho contra su semejante. Aprendimos que la paz y seguridad de nuestras almas no solo descansa en el hecho de la presencia del Espíritu Santo en nuestra vida, sino además, que nuestra visión será transformada para ver el fin de nuestros enemigos y la victoria definitiva de nuestro Salvador.

El consuelo de Dios es un estimulo para su pueblo en tiempo de crisis, Isaias 49:13 nos dice; Cantad alabanzas, oh cielos, y alégrate, tierra; y prorrumpid en alabanzas, oh montes; porque Jehova ha consolado a su pueblo, y de sus pobres tendrá misericordia.

En este estudio hallamos por lo menos tres grandes lecciones que debemos aplicar a nuestra vida como creyentes: 1) ¿Quién es Dios? Él se nos presenta con imágenes maravillosas; Primero, como un Dios compasivo. Segundo, como el arquitecto que va reparando todas las cosas para facilitar la comunicación con los suyos. Tercero, como un pastor amoroso que lleva en sus brazos a sus corderitos. 2) ¿Quiénes somos nosotros? El pasaje habla de que nuestra lealtad es como la hierba o la flor del campo, efímera. 3) ¿Cómo se relaciona Dios con nosotros? El pasaje revela a un Dios que ha hecho lo máximo por mostrarnos su amor, su compasión y su poder.

La fidelidad De Dios se revela en el cumplimiento de sus promesas para con su pueblo Israel, Daniel 12:1 nos dice; ... pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro.

Las lecciones prácticas de este estudio son las que han de servirnos como inspiración en nuestro peregrinar hacia la ciudad de Dios. Primero: Somos advertidos de la intervención de Dios en la naturaleza como una señal de lo que Él puede hacer en nuestra vida interior: cambiar la aridez en fertilidad, la debilidad en fortaleza y la vida inútil en una productiva. Segundo: Hay desafios que no podemos ignorar, si queremos, al igual que Israel, llegar a nuestra patria celestial. Tercero: Debemos pasar inventario a nuestra vida y asegurar que no cargamos nada inmundo ante los ojos de Dios. El camino, que no es otro que Él mismo, no puede sufrir abominaciones. Finalmente: La liberación de Israel es el modelo de nuestra liberación, y debemos responder al Señor con la misma humildad y entrega que lo hizo su pueblo.

Dios actúa en su momento para recompensar y reprender, exaltar y humillar, Salmo 132:13 nos dice; Porque Jehova ha elegido a Sion: La conquisto como habitación para si.

Dijimos al comenzar el studio que deseábamos aprender a esperar en el tiempo de Dios para nuestra liberación. Afirmamos que la intervención de Dios siempre llega en el tiempo que Él ha escogido para actuar; que la acción de Dios es para exaltar su nombre o demostrar su poder como Soberano que el mundo quede sin excusa ante Él. Señalamos también la revelación de la santidad de Dios que nos invita a examinar nuestra condición delante de El y afirmar nuestra vida para la eternidad. Se hace indispensable una vida de santidad para ser acep- tables delante de su presencia. Descubrimos como bendición el saber que ninguna opresión podrá someternos, porque el poder del enemigo será sometido por el poder de nuestro Señor, que es nuestra Torre fuerte. Finalmente, cuando nos invada la aflicción por causa de nuestros enemigos, que son la carne, el mundo y Satanás, levantemos nuestra mirada y vislumbremos en fe la ciudad de Dios.

El royo del profeta Isaias es uno de los mas atesorados por los Israelitas de hoy, porque contiene las profecías mas alentadoras para la restauración del pueblo de Israel. Isaias 26:3 nos dice; Tu guardaras en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.

Este sermón del profeta Isaías se caracteriza por ser un canto de alegría y esperanza para el pueblo de Dios. Lo más probable es que en esencia este mensaje describe el reino milenial de Cristo, cuando Israel sea restaurado. Dentro de las varias enseñanzas que encontramos está la relacionada con el carácter que distingue a los verdaderos hijos de Dios, los cuales son llamados "gente justa", "guardadora de verdades", "cuyo pensamiento en ti persevera", que "en ti ha confiado", cuyo camino "es rectitud", que ha "'esperado" en los caminos de Jehová y cuyo deseo ardiente es buscar a Dios, pero no presionado por las circunstancias adversas de la vida, sino como un acto espontáneo y natural del alma.

El reino mesiánico es el centro de la esperanza del pueblo de Dios, un reino de justicia y paz verdadera. Salmo 145:13 nos dice; Tu reino es reino de todos los siglos, Y tu señorío en todas las generaciones. 

Hemos tratado con id vision que constituye no solo la esperanza de Israel sino también la nuestra como pueblo de Dios. El nuevo orden de Dios está por llegar para poner fin a la injusticia y la violencia. Aprendimos en este estudio que el reino de Dios es uno; ni el antiguo Israel ni la Iglesia pueden reclamar derechos exclusivos sobre él. La afirmación de que Dios ha de recoger a su pueblo disperso y olvidar su juicio contra ellos, es una advertencia de que es El quien exalta o abate. Descubrimos, además, que el gobierno de Cristo será un reino justo, en el cual no habrá lugar para clases privilegiadas. De modo muy particular debemos recordar que seremos súbditos de un solo rey; Jesucristo. Alli no tendrán espacio las luchas denominacionales ni las distinciones por cuestiones de criterios individuales. Como miembros de un solo cuerpo, serviremos a un solo Señor y tributaremos honor al Rey de reyes y Señor de señores.