El voluntariado tiene una larga tradición en Chile, al igual que en Alemania. El cuerpo de bomberos, por ejemplo, está formado por unos 40.000 voluntarios, y sólo los que trabajan en la administración son remunerados. En este sentido, el cuerpo de bomberos chileno depende especialmente de la contratación de sangre nueva. Porque de su compromiso depende la protección de todos los bienes privados y comunales del país, así como los primeros auxilios en accidentes y el apoyo en situaciones de catástrofe. Los colegios alemanes desempeñan un papel fundamental en la búsqueda de voluntarios. Por último, pero no por ello menos importante, casi todas las ciudades de Chile cuentan con una compañía tradicional de bomberos alemanes, la mayoría de las cuales tienen sus raíces hace 100 años o más. Aquí en la entrevista: Joaquín Oyarzun, alumno del Colegio Alemán La Unión y bombero.