Estela, después de escuchar un programa radial cristiano, reflexionó sobre su vida y decidió escribir a uno de los presentadores. Confesó que, debido a la falta de recursos, había caído en la prostitución por internet, y que un aborto reciente le dejó una profunda culpa. Se sentía sucia, desesperada y convencida de que Dios la rechazaba. En su carta, pidió ayuda sin saber cómo salir de esa vida. La respuesta que recibió le ofreció consuelo, recordándole que, aunque Dios no aprueba ciertas decisiones, Él la amaba profundamente y quería restaurarla. Le citaron Jeremías 30:17: "Si te vuelves a mí con todo tu corazón, te sanaré", y la animaron a confiar en la misericordia de Dios.Esa respuesta fue un rayo de esperanza para Estela: el camino de restauración comenzaba con la decisión de buscar a Dios, incluso en medio de sus errores y dolor. Aunque sabía que no sería fácil, comprendió que con Dios, todo es posible. Su historia nos recuerda que, sin importar los errores ni las cicatrices del pasado, siempre hay una oportunidad de restauración a través del amor y la misericordia de Dios. Jesús nos invita en Mateo 11:28: "Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso". Siempre hay esperanza en Su amor y perdón.