Hablemos de algo que vivimos todos los días: hacer scroll interminable, consumir memes sin parar, llenar nuestra mente con información que, al final del día, muchas veces no tiene ningún sentido.
¿Te has detenido a pensar en lo que todo esto le está haciendo a tu mente? Cada meme, cada dato irrelevante, cada pequeño golpe de distracción… deja una huella. Así como la comida que ingerimos define nuestra salud física, la información que consumimos estructura nuestra psique. Es como alimentar nuestra mente con “calorías vacías”. El problema no es que los memes o el contenido ligero sean “malos”, sino que, cuando son lo único que consumimos, crean una capa superficial sobre todo lo que realmente importa.