Si algo nos ha dejado claro la pandemia del coronavirus es que todos estams conectados. 

Somos capaces de influir en los otros, en la sociedad y en el mundo. 

Cada uno de nosotros puede contagiar un virus, sí, pero también somos capaces de transmitir fortaleza, ánimo, comprensión y compasión.

Esta pandemia nos ha enseñado que cuidarnos a nosotros mismos es realmente la forma de cuidar a los demás.

Estas prácticas son una forma de autocuidado, como comer, dormir, hacer ejercicio, compartir con otros. 

El aislamiento puede ser muy dificil de sobrellevar, pero es un momento de introspección y reflexión, tengámonos paciencia.

Historia "Rendirse a los monos" de Tara Brach: https://www.youtube.com/watch?v=pGPU7lIuvsc 

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Cultivar nuestra propia luz amarilla, como la de un semáforo, transición como herramienta vital para explorar nuevas formas de relacionarnos con el mundo y con nosotros mismos.

¿Qué estamos aprendiendo de nosotros con estas prácticas? ¿Qué estamos aprendiendo en esta Cuarentena?

¿De qué estamos hechos?

De momentos, aprendizajes, tradiciones, historias, referencias, comparaciones, experiencias e intuición.

Cuando vivimos con una actitud mindfulness, cuando practicamos en nuestra atención y nuestra compasión, comenzamos a relacionarnos un poco -poco a poco- diferente con lo que nos rodea e incluso con nosotros mismos. Esto puede ser muy liberador y, en otros momentos, hacernos sentir muy extraños.

Escribo esto y estamos, la mayoría de nosotros, en cuarentena. Un momento para quedarnos adentro. A mi me ha ayudado muchísimo estas prácticas a vivirme adentro, a navegar los cambios, a tolerar la impaciencia  y a sonreirle a mi humanidad constantemente insatisfecha. Cada día de navegación, cada día de camino, siempre diferente, he aprendido a vivirlos de mejor manera gracias a mi Intención y mi práctica. Espero que a ti también te ayude.

Algunas veces sentimos que nos desviamos del camino

por descuido

por olvido

por miedo

por "falta de tiempo"

por para después

por razones de fuerza mayor

pueden pasar horas, días, semanas, meses y años

y, aún así, siempre podemos retomar aquello que soñamos que queremos que deseamos

el camino hacia nosotros mismos no es recto

ni ordenado

tampoco claro

no siempre tenemos señalizaciones o un caminito de piedras

nos lleva por bosques, por playas, por ciudades, por tierras desoladas

y, aún así, hay algo en nosotros que nos recuerda hacia dónde ir

Tener una actitud mindfulness no sólo es estar sentados y meditar, es una actitud que podemos mantener durante todo el día.

Como todos somos humanos, al menos te invito a mantener una actitud mindfulness: receptiva, sin juicio, con curiosidad, de mente de principiante, con atención plena al momento presente con aceptación durante la realización de una actividad cotidiana.

Yo he elegido comer mis desayunos con atención plena.

El episodio de esta semana se trata de conocer (y reconocer) nuestra propia mente de mono o piloto automático con el que vivimos día a día, que fácilmente nos genera estrés, pero que con practica podemos entrenarla para que nos genere bienestar. Vamos a conocer también las cualidades de la actitud mindfulnes:

Confianza

Mente de principiante

No Juicio

No Forzar

Paciencia

Dejar Ir

Aceptación

+ Amabilidad y Gratitud

La práctica de esta semana es Exploración corporal está a partir del min 26.

Un videíto de referencia para entender mejor a la Mente de Mono: https://www.youtube.com/watch?v=qxyVCjp48S4 

En este episodio vamos a conocer qué significa "Mindfulness", de dónde vienen las prácticas y porque es más que una "palabra de moda"

¡Hola a tod@s!

Me llamo Sofía Rodríguez y soy Nutricionista-Dietista de la Universidad Central de Venezuela y Experta en mindfulness de la Universidad Complutense de Madrid, además tuve la suerte de publicar un poemario llamado Cuatro Letras.

Es decir: así como tu, tengo muchos intereses y muchos aspectos que me conforman, que me hacen quien soy.

Siempre he tenido lo que dicen "vocación de servicio", ayudar a las personas es algo que forma parte de "cómo sería mi día perfecto". A lo largo de mi vida, tanto personal como profesional, me he topado con un sin fin de retos, dándome cuenta que hay muchos caminos o abordajes que nos pueden ayudar a sanar o a ser mejores personas, pero que usualmente se quedaban en el "lado teórico" del asunto. Cuando hablaba con pacientes o cuando me topaba con complicaciones en mi vida, a pesar de que conocieran o conociera la teoría, faltaba algo que la convirtiera en algo tangible, en algo real, en algo sostenible en el día a día.

Varios fueron los años y las experiencias, las piezas del rompecabezas que me permitieron descubrir que las prácticas de meditación y compasión eran ese algo que permitía que la teoría se convirtiera en realidad. Sea cual fuese la situación, sea cual fuese el camino o abordaje que resonara o fuera más efectivo conmigo, la capacidad de seguirlo con una actitud basada en mindfulness y amabilidad hacían toda la diferencia.

Esa ha sido mi experiencia y sigue siendo mi práctica, en este camino nautilioso que llamamos vida.

En Cómo leer poesía de Hanni Ossot, describía que la poesía era el barco que permitía navegar el alma. Aunque seguro no le estoy haciendo justicia a como lo describía ella, utilizo su imagen para yo escribir: la meditación y la compasión son el barco y las velas que permiten navegar nuestra vida.

En este primer episodio: Vamos a iniciar nuestro camino por practicas de meditación, compasión y bienestar sembrando la semilla de nuestra intención. Nuestro para qué.

¡Hola a tod@s!

Me llamo Sofía Rodríguez y soy Nutricionista-Dietista de la Universidad Central de Venezuela y Experta en mindfulness de la Universidad Complutense de Madrid, además tuve la suerte de publicar un poemario llamado Cuatro Letras.

Es decir: así como tu, tengo muchos intereses y muchos aspectos que me conforman, que me hacen quien soy.

Siempre he tenido lo que dicen "vocación de servicio", ayudar a las personas es algo que forma parte de "cómo sería mi día perfecto". A lo largo de mi vida, tanto personal como profesional, me he topado con un sin fin de retos, dándome cuenta que hay muchos caminos o abordajes que nos pueden ayudar a sanar o a ser mejores personas, pero que usualmente se quedaban en el "lado teórico" del asunto. Cuando hablaba con pacientes o cuando me topaba con complicaciones en mi vida, a pesar de que conocieran o conociera la teoría, faltaba algo que la convirtiera en algo tangible, en algo real, en algo sostenible en el día a día.

Varios fueron los años y las experiencias, las piezas del rompecabezas que me permitieron descubrir que las prácticas de meditación y compasión eran ese algo que permitía que la teoría se convirtiera en realidad. Sea cual fuese la situación, sea cual fuese el camino o abordaje que resonara o fuera más efectivo conmigo, la capacidad de seguirlo con una actitud basada en mindfulness y amabilidad hacían toda la diferencia.

Esa ha sido mi experiencia y sigue siendo mi práctica, en este camino nautilioso que llamamos vida.

En Cómo leer poesía de Hanni Ossot, describía que la poesía era el barco que permitía navegar el alma. Aunque seguro no le estoy haciendo justicia a como lo describía ella, utilizo su imagen para yo escribir: la meditación y la compasión son el barco y las velas que permiten navegar nuestra vida.