Era Abril de 1945 y la Segunda Guerra Mundial entraba en su fase final. Unos 800 georgianos,
antiguos soldados del Ejército Rojo capturados por los alemanes, se encuentran en la isla neerlandesa de
Texel. Servían en el 822º batallón de la Wehrmacht, que formaba parte de la Legión Georgiana.
Su misión consistía en proteger la isla de una invasión aliada que ya no llegaría. Las fuerzas británicas y
canadienses estaban liberando los Países Bajos, pero evitando la parte occidental del país mientras corrían
para cruzar a Alemania.
El 5 de abril, los mandos alemanes en Texel ordenaron a la mitad de los georgianos estacionados allí que
se prepararan para abandonar la isla a la mañana siguiente. El plan era redistribuirlos a Arnhem, donde se
unirían a la última lucha desesperada de la Wehrmachtpor mantener el territorio que había capturado
inicialmente cinco años antes.