En este episodio reflexionamos sobre el encuentro de Jesús con la Samaritana (que aparece en el evangelio de San Juan, capítulo 4, por si quieres tener el texto en la mano), y que nos tiene que enseñar sobre la manera de acercar a la gente.

Cristo fue una figura paradigmatica. Fue un hebreo, y habrá aprendido todas las leyes y oraciones del judaísmo. Pero vino a completar y ampliar los horizontes del pueblo de Israel. En este encuentro con la Samaritana, vemos la hermosa pedagogía de Dios. 

En un primer momento, Cristo se acerca humildemente a la Samaritana y le pide algo a ella. Le pide agua. Cristo, el Pozo Eterno, sentado sobre un pozo, pide agua a una mujer que ni siquiera conoce. Raro, porque normalmente pensamos que nosotros debemos pedir algo a Dios. Pero al revés, Dios llama, nos pide dar lo poco que tenemos, y se va revelando a nosotros solo cuándo estamos listos. 

Luego, en un segundo momento, Cristo tiene una conversación que llega a los deseos profundos del corazón de este mujer. La sanación del corazón corresponde a la profundidad del encuentro que tenemos con Cristo. 

Solo al final, Cristo muy dulcemente toca el corazón dolido de esta mujer. La cirugía duele, porque Cristo tiene que llamar la atención a un aspecto moral donde; el hecho que esta mujer haya tenido varios hombres. Esta mujer tenía un deseo de ser amada y de amar, pero no había encontrado al hombre que realmente iba a llenar su sed. Después de seis hombres, encontró al séptimo Hombre, y este Hombre, Cristo, concluyó su búsqueda. 

Y tu? A quién buscas?