Palabra de Dios: “En esto consiste el amor a Dios: en que obedezcamos sus mandamientos.” 1 Juan 5:3.
“Y este es el amor, que andemos según sus mandamientos.” 2 Juan 1:6
“Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.” Juan 15:10
Perlas: Voy a compartir palabras textuales de comentarios de David Wilkerson: “El amor no es una emoción. Hay gente que cuando escucha acerca de la crucifixión y de la sangre de Jesús derramada y de los latigazos en su espalda, lloran incontrolablemente, pero esta es la misma gente que llora inconteniblemente cuando se muere un perro. Son personas muy emocionales, y no está mal ser emocional, el asunto está en que una persona puede estar sentada en la iglesia y llorar, y salir por la puerta de la iglesia y desobedecer a Dios al instante, y de esta manera no estará amando a Dios. No puedes medir esto por las emociones. El amor a Dios no se demuestra con palabras o llorando, o cantando o predicando, Jesús dijo que existe una única clase de amor aceptable para Él, y esto es OBEDIENCIA a cada instrucción que Él dejó. “Si me amas, obedeces mis mandamientos”. Nada puede estar más claramente descrito en la Palabra de Dios: Amar a Dios es obedecer a Dios. ¿Dices que amas a Dios? No voy a cuestionar tu amor por el Señor, pero vamos a medirlo de acuerdo a Su Palabra, de acuerdo con lo que Él dice que es amor: Aquí está…
“En esto consiste el amor a Dios: en que obedezcamos sus mandamientos.” 1 Juan 5:3.
“Y este es el amor, que andemos según sus mandamientos.” 2 Juan 1:6
“Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.” Juan 15:10
El amor, el temor y la obediencia a Dios son una misma respuesta a Dios. Son inseparables. No puedes tener una y descartar las demás. No puedes decir que amas a Dios si no respetas ni guardas Su Palabra ni la obedeces. Una buena explicación del aumento de la corrupción dentro de la iglesia es que no hay temor de Dios. No hay temor reverente a Su Palabra, que Su Palabra realmente está diciendo lo que está diciendo, no lo que quiere cada cual entender y acomodar a su estilo de vida.
Alguno puede decir, yo conozco a Dios, pero ¿qué dice la Palabra, qué es conocer a Dios?
“Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que guarda su palabra, en este verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.” 1 Juan 2:3-6
“Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; porque nuestro Dios es fuego consumidor.” Hechos 12:28-29
Ya no se escuchan enseñanzas acerca de que Dios es fuego consumidor. Se predica de un Jesús, que es prácticamente un Santa Claus, que pasa por encima el pecado y que sabe que eres débil y que vas pecar, pero que no importa, que Él te sigue amando, y que Él está bien con eso. Esto no fue lo que Jesús dijo, esto no es lo que dice la Palabra de Dios. Este el orden como Jesús lo enseñó:
El temor a Dios nos motiva a la obediencia, y la obediencia es el amor perfeccionado. Esto hace al amor, al temor y a la obediencia totalmente inseparables. Si yo tengo realmente el temor de Dios dentro de mí, yo obedeceré Sus mandamientos, y cuando lo estoy obedeciendo lo estoy amando en la manera que es aceptable para Él, de acuerdo con todo lo que Él mismo dijo. Prácticamente dijo: Yo mido tu amor de acuerdo a tu obediencia.
Por tanto, Dios no mide mi amor por la cantidad de lágrimas que derramo, o mi asistencia a la iglesia, o número de horas de servicio… Solo si lo estoy obedeciendo, lo estoy amando.” Pastor David Wilkerson