El diagnóstico del trastorno del espectro autista muchas veces no llega hasta que los pacientes son ya adultos. Este es el caso de Miguel, al que no le dieron un diagnóstico hasta los 18 años: "Te va pesando, sobre todo porque cuanto más tiempo lleves esa máscara, por así decirlo, pues más dificultades vas notando a la hora de relacionarte o ver que no encajas", cuenta a María Cortezo, periodista de RNE. Esta práctica es conocida como masking o 'enmascaramiento', y lo que consiguen con ellos reprimir aquellas estereotipias más visibles para ocultar su condición de autista, algo que, según Eduardo Fernández Jiménez, doctor en Psicología, es "un sobreesfuerzo cognitivo y emocional".
Escuchar audio