Hoy retomamos nuestro repaso a los ecosistemas pelágicos, las comunidades que viven en el océano lejos del suelo y lejos también de la superficie, en un mundo tridimensional en que el agua se extiende en todas las direcciones. Si en la pasada entrega, en el episodio s08e04, hablamos de la zona mesopelágica, a la que aún llega algo de luz del sol, hoy nos zambullimos por debajo de 1000 metros, a las sombras perpetuas de la zona *batipelágica*.
Los animales que viven a estas profundidades ya empiezan a notar la inmensa cantidad de agua que tienen por encima, y han de desarrollar diseños corporales específicos capaces de soportar la alta presión del océano profundo. También han de lidiar con una dura realidad: que en su ecosistema *nadie* es capaz de producir comida. No hay plantas, no hay algas. Toda la comida ha de venir de otros sitios. En cierto sentido, los seres batipelágicos son los más aislados y, a la vez, los más dependientes de los ecosistemas que les rodean. Para poder vivir en una zona crónicamente falta de alimento habrán de adoptar un modo de vida muy distinto al de sus vecinos de arriba.
Si os ha interesado este tema no debéis perderos el capítulo s11e43 de nuestro pódcast hermano, La Brújula de la Ciencia. En él explicamos en más detalle la vida de los larváceos, y cómo con sus casas ayudan a alimentar al océano profundo.
Este programa se emitió originalmente el 6 de noviembre de 2025. Podéis escuchar el resto de audios de Más de Uno en la app de Onda Cero y en su web, ondacero.es