Aunque más de la mitad de la población brasileña es afrodescendiente, la mayoría desconoce exactamente su origen. Solo saben a grandes rasgos una parte de su historia y el hecho de que sus antepasados africanos fueron esclavizados y enviados al extranjero. Tras la abolición de la esclavitud en 1888, el ministro de Hacienda de la época, Ruy Barbosa, ordenó la destrucción de todos los documentos relacionados con la trata de esclavos. Pero, ahora, muchos brasileños quieren conocer su historia y algunos incluso se someten a pruebas de ADN. Informe de las corresponsales Fanny Lothaire y Louise Raulais.