Un día de primavera de 1960, después de cinco horas de viaje en barco desde el puerto del Pireo, Atenas, un joven de 25 años llamado Leonard Cohen desembarcaba por primera vez en el puerto de Hydra, una pequeña isla griega del mar Egeo. Así comienza una historia de amor que cambiará su vida, y la nuestra, para siempre.

Viaje a una de las ciudades más misteriosas de Europa. Única ciudad del mundo antiguo sobrevivida a Troya, a Nínive, a Babilonia y a Pompeya.

Un viaje en busca de la última frontera, entre la tierra y el mar, un lugar anónimo y sin ley, donde cualquiera puede hacer de todo porque nadie lo ve.

Piensan como nosotros, se mueven como nosotros, viven en nuestras casas, como nosotros. Son incansables, eficientes y, además, no se quejan. ¿Llegarán las máquinas a entender y juzgar la complejidad moral de las decisiones de un ser humano?

Discos y canciones que se acaban de publicar, a uno y otro lado del mar, para ir preparando la banda sonora de nuestro verano, o del invierno, según el punto de vista.

Un programa especial monográfico dedicado a Pedro Almodóvar y a su “último sueño”, el libro de relatos que acaba de publicar. Porque, como decía Umberto Eco, “Quien no lee, a los 70 años habrá vivido una sola vida, ¡la propia! Quien lee habrá vivido cinco mil años: estaba cuando Caín mató a Abel, cuando Renzo se casó con Lucía, cuando Leopardi admiraba el infinito… Porque la lectura es una inmortalidad hacia atrás”.

Un viaje musical a través de la historia y los continentes para intentar reconstruir los olores y los sabores perdidos de nuestra historia.

Migrantes, soñadores e intérpretes de la canción italiana al otro lado del Atlántico. La otra cara de la emigración italiana a América.

¿Qué pasaría si Shakespeare no fuera realmente Shakespeare? ¿Y si El Quijote no hubiera sido escrito por Cervantes sino por un oscuro escritor francés del siglo XX? Cuando la realidad supera la fantasía. Y viceversa.

"Mar nuestro, que no estás en los cielos y abrazas los confines de la isla y del mundo, bendita sea tu sal y bendito sea tu fondo, acoge las embarcaciones repletas sin una ruta sobre tus olas, a los pescadores que se adentran en la noche, sus redes lanzadas entre tus criaturas, que regresan por la mañana con la pesca de los náufragos salvados" (Erri De Luca).