A pesar de que muchos migrantes creen que al llegar a México han superado ya lo más difícil, en el estado de Chiapas les espera la peor de las bienvenidas. Ante una creciente situaicón de violencia por las luchas entre cárteles de la droga, los migrantes sufren secuestros, agresiones y violaciones nada más cruzar el río Suchiate. La ciudad de Tapachula se ha convertido en un tapón en el que las personas que aspiran a seguir hacia el norte tienen que malvivir entre el miedo y los problemas que suponen ser extranjero en un entorno hostil. Hablamos con John de Honduras y Doris de El Salvador que huyeron de su casa por la violencia y que ahora en el sur de México intentan sobrevivir.

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