Se agotó el tiempo para que Ábalos renunciara voluntariamente. El plazo otorgado por el PSOE ha expirado hace media hora, sin embargo, parece que Ábalos no tiene la intención de ceder por el momento. Estamos a la espera de su comunicado, que conoceremos en unos pocos minutos. Pero este no es solo el caso de Ábalos, ni siquiera es solo el caso del Partido Socialista de Pedro Sánchez. Es el caso de corrupción del gobierno en su totalidad.
El gobierno que decretó un estado de alarma debido a la pandemia, del cual algunos se habrían beneficiado con contratos aprobados y avalados desde diferentes ministerios. La investigación del caso va más allá, involucrando contratos con fondos europeos destinados a la ciudadanía, una red de influencias que salpica a altos cargos, ministros y presidentes autonómicos. Una telaraña administrativa dirigida desde organismos oficiales, con conexiones internacionales a paraísos fiscales, cuentas offshore y transacciones en efectivo, incluso con menores de edad involucrados.
Todo esto es estrambótico por sí mismo, pero Ábalos es solo la figura mediática del momento, ya fuera del gobierno y protegido solo por su condición de diputado. Una maniobra maestra para desviar la atención y evitar que se señale más arriba, preservando a la cúpula del PSOE. Mientras tanto, otros nombres como Francina Armengol, Ángel Víctor Torres o Salvador Illa parecen recibir más protección.
Comenzamos este martes en Dando Caña muy pendientes de los movimientos del Partido Socialista, donde José Luis Ábalos renuncia a dimitir y es expulsado de las filas del PSOE para unirse al Grupo Mixto. Día importante también en el Palacio de la Moncloa, para conocer que explicaciones dan acerca del «Caso Koldo» o el «Caso Ábalos». Una multitud de casos que rodean al Partido Socialista de corrupciones y contratos. En nuestra mesa de debate nos acompañan hoy Josep María Francàs, la diputada de VOX en Madrid Ana Cuartero, el doctor Antonio Burgueño y el periodista de ABC Mariano Calleja.