Dios desea moldear nuestras vidas para poder usarnos para su gloria. En la analogía del alfarero y la arcilla Dios nos dice:
Cuando yo encuentro a quién yo puedo usar, ese alguien, ese pueblo es como arcilla a la que yo le tengo que dar forma, la forma que yo quiero.
No lo que tu crees que puedes hacer
No donde tu quieres hacer
No cuando tu quieres hacer
Si cuando yo quiero
Como yo quiero
En lo que yo quieroEn este mensaje Dios nos llama abrazar esos procesos que nos preparan para un capítulo mayor, una etapa mas frúctifera, una vida mas plena en SU propósito.
Jeremías 18:4-6 Nueva Biblia de las Américas (NBLA)
4 Y la vasija de barro que estaba haciendo se echó a perder en la mano del alfarero; así que volvió a hacer de ella otra vasija, según le pareció mejor al alfarero hacerla.
5 Entonces vino a mí la palabra del Señor: 6 «¿Acaso no puedo Yo hacer con ustedes, casa de Israel, lo mismo que hace este alfarero?», declara el Señor. «Tal como el barro en manos del alfarero, así son ustedes en Mi mano, casa de Israel.
Dios te invita a abrazar tu proceso de formación.
Puede ser que tu proceso sea muy largo, pero puede y va a llevarte al capítulo mas fructífero de tu vida. El desierto de tus errores puede ser tu clase de graduación, si lo abrazas.