La isla de Santo Tomé, en el Golfo de Guinea, alberga uno de los pocos bosques vírgenes que aún permanecen en el planeta. La investigación científica se reanudó hace 30 años debido a que el lugar es considerado una joya por su amplia biodiversidad. Los investigadores buscan conocer más sobre plantas y animales, especialmente aves, que son únicas en la isla. Sin embargo, la presión demográfica en aumento se ha convertido en una amenaza para el ecosistema pero aún hay tiempo para preservar este santuario natural. Reportaje de Marc de Chalvron, Marianne Getti y Sylvain Barral para France 2.